Un hombre muere tras recibir cuatro puñaladas en Entrevías

El fallecido, ecuatoriano de 27 años, celebraba su cumpleaños

El ecuatoriano Roberto Guanuche Paredes, pintor de 27 años, quiso adelantar su fiesta de cumpleaños. Se reunió el sábado con amigos y familiares en su casa del barrio de Entrevías. De madrugada, tenía previsto ir a por su novia a casa de los suegros, pero nunca llegó. Fue asaltado junto a la estación de Renfe y recibió cuatro puñaladas. El Samur lo atendió y lo llevó al hospital Gregorio Marañón, donde falleció ayer por la mañana.

Familiares y amigos se congregaron ayer todo el día a las puertas de su casa, en la calle de García Llamas. "Era un buen chico que lo único que hacía era trab...

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El ecuatoriano Roberto Guanuche Paredes, pintor de 27 años, quiso adelantar su fiesta de cumpleaños. Se reunió el sábado con amigos y familiares en su casa del barrio de Entrevías. De madrugada, tenía previsto ir a por su novia a casa de los suegros, pero nunca llegó. Fue asaltado junto a la estación de Renfe y recibió cuatro puñaladas. El Samur lo atendió y lo llevó al hospital Gregorio Marañón, donde falleció ayer por la mañana.

Familiares y amigos se congregaron ayer todo el día a las puertas de su casa, en la calle de García Llamas. "Era un buen chico que lo único que hacía era trabajar sin parar", explicó su primo, Fabián Velepucha, de 31 años.

Roberto Guanuche, que llegó a España hace siete años procedente de Chilla -al suroeste de Ecuador-, vivía en el barrio de Entrevías (Puente de Vallecas) con su primo, su novia Marjorie, de 17 años, y otra amiga. Siempre había vivido en Madrid, donde trabajaba como pintor para una empresa.

El próximo 28 de abril cumpliría 28 años. Como no iba a tener el día libre, porque también trabaja los fines de semana, el hombre decidió adelantar la fecha de la celebración. Aprovechando las vacaciones de Semana Santa, se reunió el sábado por la noche con unos 15 amigos y familiares en su casa. Comieron tarta, bebieron y bailaron.

Hacia las diez de la noche, según su primo, la fiesta terminó y Roberto Guanuche decidió continuar la celebración con un amigo. Ya de madrugada, se marchó a casa de sus suegros, que residen en el mismo barrio, para buscar a su novia, que había decidido ir allí a pasar la noche. Fue asaltado junto a la estación de Renfe. "Querían robarle lo que llevaba encima y acabaron robándole el móvil", explicó su primo.

El suceso ocurrió hacia las 5.15. Efectivos de una UVI móvil del Samur- Protección Civil se desplazaron hasta la estación y atendieron a Roberto Guanuche tendido en la acera. Presentaba cuatro heridas por arma blanca, dos de ellas, las más graves, en el abdomen y dos en la espalda, según un portavoz de Emergencias Madrid.

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Hemorragia interna

Las heridas le produjeron una grave hemorragia interna. Los sanitarios del Samur lo trasladaron al hospital Gregorio Marañón, donde fue operado. A pesar de los esfuerzos, el hombre murió ayer por la mañana.

Roberto Guanuche era el más pequeño de cuatro hermanos, dos chicas y dos chicos. Había venido a España para buscar un trabajo y enviar dinero a su familia. Su intención era regresar a su país en octubre, según explicó su primo. "Estaba a punto de volver, pero no pudo ser", añadió.

Su primo fue también el encargado de llamar por teléfono para dar la mala noticia a la madre del fallecido, que reside en Ecuador junto a sus otros tres hermanos.

El cuerpo de Guanuche fue trasladado al Instituto Anatómico Forense, adonde previsiblemente acudirán hoy por la mañana sus familiares para hacerse cargo del cadáver.

El Grupo V de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía se ha hecho cargo de las investigaciones. De momento estudian el móvil del robo, sin descartar otras posibilidades, según fuentes del caso.

El homicidio de Roberto Guanuche eleva a 14 las muertes violentas registradas en la región en lo que va de año. El ecuatoriano es la cuarta víctima de un crimen en los últimos nueve días. El anterior fue el búlgaro Ivan Ivanov Ivanov, de 36 años, que murió de un tiro en la nuca en San Martín de la Vega, a 20 kilómetros al sur de la capital. Lo encontraron los vecinos dentro de un coche.

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