"La UE necesita desesperadamente nuevas reglas"

Frans Timmermans (Maastricht, 1961) es desde el pasado febrero secretario de Estado para Europa de Holanda, y está empeñado en convencer a los 27 de la urgente necesidad de hallar una base común para superar el fallido Tratado Constitucional que Holanda y Francia rechazaron. Timmermans fue miembro de la Convención que redactó el texto y reconoce que se introdujeron conceptos que en su país produjeron alarma.

Pregunta. ¿Cómo salir de la crisis?

Respuesta. Sólo podremos superarla si hay un acuerdo aceptable para los 27 Estados miembros. Las cosas han cambiado desde e...

Frans Timmermans (Maastricht, 1961) es desde el pasado febrero secretario de Estado para Europa de Holanda, y está empeñado en convencer a los 27 de la urgente necesidad de hallar una base común para superar el fallido Tratado Constitucional que Holanda y Francia rechazaron. Timmermans fue miembro de la Convención que redactó el texto y reconoce que se introdujeron conceptos que en su país produjeron alarma.

Pregunta. ¿Cómo salir de la crisis?

Respuesta. Sólo podremos superarla si hay un acuerdo aceptable para los 27 Estados miembros. Las cosas han cambiado desde el no de Francia y Holanda, y los referendos y ratificaciones que decidieron el sí en otros países. Ahora la gente dice: "Vale, dinos cuáles son los problemas, y vamos a ver cómo salimos de la situación".

"España debe tener la solidaridad de la UE para resolver el problema de la inmigración"

P. ¿Holanda aceptaría que elementos de la Constitución sean incorporados a un nuevo tratado?

R. Hay muchos elementos muy valiosos que pueden ser considerados un importante avance en la cooperación europea. Es una gran idea incorporarlos, porque bien usados pueden servir para buscar un compromiso. Nosotros pedimos a nuestros colegas que respeten el no de Holanda, lo mismo que nosotros respetamos a los países que votaron sí.

P. ¿Tendrá características de Constitución el nuevo tratado?

R. No. Quizás el principal problema durante la campaña del referéndum en Holanda fue que la gente tenía la impresión de que el fin del Tratado Constitucional era que la UE asumiese las competencias del Estado, de que Europa estaba en camino de convertirse en un superestado y nos quitaría áreas políticas. Yo fui miembro de la Convención y pensamos entonces que empleando palabras como ministro, derecho europeo, Constitución, etcétera, la UE se aproximaría más a la gente. En algunos países, como España, tuvo ese efecto positivo. Pero en otros, como en Holanda, la gente se preguntaba si el hecho de dar al Tratado el nombre de Constitución significaba que íbamos a abolir la nuestra.

P. ¿Y cómo evitarán eso ahora?

R. La UE haría bien en volver a los tradicionales cambios o reformas del Tratado, estipulando claramente lo que se quiere cambiar, pero no tratar de meter en una especie de camisa de fuerza palabras y símbolos nacionales.

P. ¿Habrá nuevo tratado antes de las elecciones europeas de 2009?

R. Queremos ver una conclusión durante la presidencia portuguesa o poco después, para que tengamos tiempo de ratificar el nuevo tratado antes de esas elecciones.

P. ¿El nuevo tratado hará más fácil el acceso de Turquía?

R. Los Gobiernos tenemos la obligación de explicar a la gente que esto no tiene nada que ver con Turquía. Es preciso hacerlo porque Europa es más grande ahora y necesita desesperadamente nuevas reglas en áreas como la inmigración, el cambio climático, la energía... Si no lo hacemos, la gente quedará aún más desencantada.

P. ¿Qué hacer para que el ciudadano se identifique con la UE?

R. Es esencial dejar claro lo que nos jugamos: nuestro modelo social, el futuro de nuestros hijos, y si podemos funcionar en un mundo económico donde hay un enorme crecimiento en China, India y EE UU. Europa necesita funcionar. Debemos encontrar alternativas para las fuentes de energía actuales, para la política de inmigración, que nos está fallando.

P. ¿Qué alternativas hay para la inmigración?

R. En África y en otras partes del mundo saben qué país es más débil a la hora de ir allí y quedarse. Una vez que la gente del África subsahariana y del norte de África tiene la impresión de que si uno va a España, por ejemplo, se puede quedar, vienen todos en masa. Una política europea humana y justa que cuide de esos temas a escala de la UE acabaría con los excesos en Canarias. España dejaría de ser objetivo único. España debe tener la solidaridad de la UE para resolver este problema.