Al cole de vacaciones

-Es como un campamento.

-No, es como el cole de las vacaciones.

-¡Qué no!, que esto no es un cole, es jugar y jugar.

Ángel, con unos ojos azules enormes, y Agustín, que gira los dedos sin parar, discuten con su media lengua. No se ponen de acuerdo sobre qué hacen en clase en un día de vacaciones. Son dos alumnos del aula para niños de tres y cuatro años del colegio público San Eugenio y San Isidro (Arganzuela), uno de los 205 centros públicos que abren por vacaciones para 12.000 alumnos de entre 3 y 12 años. Hay uno por cada distrito de la capital; el resto están repartido...

-Es como un campamento.

-No, es como el cole de las vacaciones.

-¡Qué no!, que esto no es un cole, es jugar y jugar.

Ángel, con unos ojos azules enormes, y Agustín, que gira los dedos sin parar, discuten con su media lengua. No se ponen de acuerdo sobre qué hacen en clase en un día de vacaciones. Son dos alumnos del aula para niños de tres y cuatro años del colegio público San Eugenio y San Isidro (Arganzuela), uno de los 205 centros públicos que abren por vacaciones para 12.000 alumnos de entre 3 y 12 años. Hay uno por cada distrito de la capital; el resto están repartidos por la región.

Desde ayer y hasta el próximo viernes, los 64 niños que acuden en vacaciones al San Eugenio y San Isidro, alumnos del centro y de otros colegios de la zona, podrán participar en las actividades extraescolares organizadas entre las 7.00 y las 15.30.

Pero en este cole no se imparten clases de matemáticas ni de lengua en Semana Santa. Todo son juegos, talleres, dibujos y divertimento. Es lo que una de las monitoras califica como "educación no formal" un segundo antes de salir corriendo detrás de un niño que va disparado hacia las escaleras.

Los pequeños estaban ayer revolucionados. Era el primer día y además recibieron una visita especial. La presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, acudió al centro con el consejero de Educación, Luis Peral, diputados de la Asamblea de Madrid y representantes del Ayuntamiento. Los más pequeños le cantaron la canción de la tetera, le hicieron el baile de la gallina -en el que todo el mundo tiene que mover las alitas- y hablaron un rato con ella.

Mientras los pequeños jugaban en el patio, Aguirre tuvo unas palabras para la prensa en el comedor, donde estos días se ofrecen desayunos y almuerzos. Destacó que abrir los colegios públicos durante las vacaciones "favorece la conciliación profesional y personal de las familias y garantiza que los niños aprovechen el tiempo". El programa Abierto en vacaciones ha costado 13,8 millones de euros, 1,3 millones más que el curso pasado.

La presidenta aprovechó su visita al colegio, uno de los 122 públicos bilingües, para anunciar que, si gana las elecciones y gobierna la próxima legislatura, extenderá el bilingüismo (español-inglés) a 50 institutos.