Una muestra pretende reflejar la pérdida colectiva por la batalla de Almansa

156 piezas recorren el contexto histórico, la Valencia foral, la batalla y la guerra mundial

El sentimiento de pérdida colectiva de un modelo de sociedad a raíz de la batalla de Almansa y de los decretos de Nueva Planta que suprimieron los fueros del antiguo Reino de Valencia es uno de los aspectos que refleja la exposición que ayer se inauguró en el Museo de Bellas Artes de Valencia, según manifestó ayer uno de sus comisarios, Eduard Mira. La Batalla de Almansa. 1707. III Centenario ofrece una visión del contexto histórico, del enfrentamiento entre botiflers (defensores del borbón Felipe V) y maulets (del archiduque Carlos) y sus consecuencias.

El hallazgo...

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El sentimiento de pérdida colectiva de un modelo de sociedad a raíz de la batalla de Almansa y de los decretos de Nueva Planta que suprimieron los fueros del antiguo Reino de Valencia es uno de los aspectos que refleja la exposición que ayer se inauguró en el Museo de Bellas Artes de Valencia, según manifestó ayer uno de sus comisarios, Eduard Mira. La Batalla de Almansa. 1707. III Centenario ofrece una visión del contexto histórico, del enfrentamiento entre botiflers (defensores del borbón Felipe V) y maulets (del archiduque Carlos) y sus consecuencias.

El hallazgo en una casa de un lazo amarillo, emblema del ejército aliado (Austria, Inglaterra, las provincias de Holanda, Portugal y la antigua Corona de Aragón) era motivo de castigo. Incluso se ejecutaba a aquel que guardara caracolas sonadoras utilizadas para llamar a la insurrección de los maulets. [Curiosamente, "un Pep de l'horta bufant una caragola" es el logotipo empleado por la Junta Central Fallera de Valencia]. La represión del ejército borbón (la Francia de Luis XIV, y buena parte de los reinos tutelados por Castilla) fue brutal, añade Mira. Su memoria pervive, como apunta el último apartado de la exposición, coordinada también por Joan J. Gavara y José Luis Cervera.

Los bloques anteriores de la muestra, que se podrá visitar hasta el próximo 20 de mayo, repasan la Valencia foral, la Guerra Internacional, la Batalla, Represión y exilio.

La batalla de Almansa fue una más dentro de la Guerra de Sucesión de carácter mundial que se mantenía entonces para dirimir la potencia hegemónica del momento. Pero para los valencianos fue crucial. Aunque apenas hubo soldados autóctonos, los valencianos sufrieron "con el decreto de Nueva Planta la perdida de los fueros y de la identidad jurídica" y la represión y el exilio posterior, señala Gavara. La figura del gran militar austracista Joan Baptista Basset ha sido imaginada por Manolo Boix. El gran lienzo de Ligli, del Museo del Prado, retrata la Batalla de Almansa.

Pinturas, esculturas, armamento militar, libros y documentación diversa componen el grueso de la exposición. Las obras proceden de numerosos museos europeos. Entre las piezas más destacadas, Gavara reseña el cuadro de los patrones de la Diputación General del Reino de Valencia de José Orient, "que se pensaba que estaba perdido y se ha localizado en Zaragoza", relató. El comisario destacó el carácter "didáctico y muy ponderado" de la muestra, en la que la mayoría de colaboradores proceden "del mundo de la Universidad". En el catálogo han participado 12 historiadores.

La ilusión del presidente

El jefe del Consell, Francisco Camps, se reencontró ayer consigo mismo. Con el reflejo de ese proyecto valencianista que esbozó en su discurso de investidura en 2003 y que el devenir de los acontecimientos políticos ha cubierto de banderas y apelaciones a España como nación. Camps calificó la inauguración de la exposición como de "especialmente emocionante". "Ser presidente de la Generalitat no es sólo representar una Administración moderna, sino que es la constante responsabilidad de recordar lo que hemos sido los valencianos a lo largo de los siglos", dijo Camps, que añadió: "Los valencianos tenemos que recordar los buenos momentos y los momentos críticos".

Luego no pudo olvidar que faltan dos meses para las elecciones y se apuntó méritos propios (la vuelta del claustrillo de La Valldigna), compartidos (el Estatut) y ajenos (el reconocimiento del valenciano en la UE).

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