El nuevo zoo recibe visitas de escolares para que los animales se acostumbren al público
El nuevo zoo de Valencia, situado en el parque de Cabecera, no abrirá sus puertas hasta septiembre, pero el medio centenar de animales que ya se alojan en estas instalaciones comenzaron ayer a recibir visitas de escolares para ir acostumbrándose al público.
La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y el Consejero de Territorio y Vivienda de la Generalitat, Esteban González Pons, asistieron a la apertura inicial del parque, que de momento cuenta con un total de 57 animales de 17 especies distintas, pero que llegará a tener 4.000 ejemplares de 250 especies, una vez se abra al público. Los p...
El nuevo zoo de Valencia, situado en el parque de Cabecera, no abrirá sus puertas hasta septiembre, pero el medio centenar de animales que ya se alojan en estas instalaciones comenzaron ayer a recibir visitas de escolares para ir acostumbrándose al público.
La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y el Consejero de Territorio y Vivienda de la Generalitat, Esteban González Pons, asistieron a la apertura inicial del parque, que de momento cuenta con un total de 57 animales de 17 especies distintas, pero que llegará a tener 4.000 ejemplares de 250 especies, una vez se abra al público. Los primeros residentes han ido llegando en las últimas dos semanas procedentes de 14 instituciones zoológicas de España, Francia, Holanda, Dinamarca, Alemania y República Checa, donados o cedidos para su reproducción, y durante los próximos meses se adaptarán a su nuevo hábitat.
Unos 30 alumnos de quinto de primaria del colegio San Juan Bosco recorrieron las instalaciones, en las que aún quedan zonas por terminar. El Bioparc, concebido como un zoo sin barreras, recrea, en 80.000 metros cuadrados, distintos ambientes de África, como la sabana, el bosque ecuatorial, los humedales y Madagascar, y reserva una superficie de 20.000 metros cuadrados para una futura ampliación dedicada a Asia y América. Tras la visita, que duró cerca de dos horas, la alcaldesa destacó que esta instalación, que tendrá un coste total de 58 millones de euros, no sólo será un atractivo turístico para la ciudad, sino que tendrá "una importante misión pedagógica", al permitir "concienciar y enseñar el respeto por los animales y la naturaleza".