Tribuna:EL CALENTAMIENTO GLOBAL

Europa, el cambio climático y las políticas de energía y transportes

El consumo ineficiente de hidrocarburos importados es un serio problema en Europa. Para ser más eficientes, más competitivos, y liderar la producción y uso de nuevas energías, la CE ha lanzado una nueva iniciativa en la que paliar el cambio climático se ha presentado como el objetivo principal, y enemigo común, para aunar los esfuerzos necesarios. Además, se ha orquestado un estado de opinión en el que los países más ineficientes en el uso de la energía (el sur de Europa) son o serán los más perjudicados por los efectos del cambio climático. El programa lo proponen la Dirección General de Ener...

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El consumo ineficiente de hidrocarburos importados es un serio problema en Europa. Para ser más eficientes, más competitivos, y liderar la producción y uso de nuevas energías, la CE ha lanzado una nueva iniciativa en la que paliar el cambio climático se ha presentado como el objetivo principal, y enemigo común, para aunar los esfuerzos necesarios. Además, se ha orquestado un estado de opinión en el que los países más ineficientes en el uso de la energía (el sur de Europa) son o serán los más perjudicados por los efectos del cambio climático. El programa lo proponen la Dirección General de Energía y Transporte (DGET), a la que hasta ahora no parecía precupar dicho problema, y la de Medio Ambiente (DGENV), y no han incluido, aparentemente, a la DG de Investigación y Desarrollo Tecnológico (DGRTD) que dispone de los últimos conocimientos sobre los efectos del cambio climático en Europa.

Los ayuntamientos y las autonomías perciben el cambio climático como algo que no les afecta

Así, se invocan los clichés de la subida de temperaturas y del nivel del mar por el aumento de gases de efecto invernadero (CO2), como problemas generales a un plazo de 25 a 50 años, y olvidan los problemas del cambio climático a escala local-regional. Estos son más inmediatos, llevan en curso unos 30 años y se derivan de los cambios de uso del suelo. Por ejemplo, la pérdida de tormentas de verano en el Mediterráneo, detectada en los años 70, y otros problemas acelerados desde el año 2000, como las olas de calor (2003-2006 ...), inundaciones de verano en los Alpes y Centro-Este de Europa, y la sequía persistente en el suroeste europeo, incluyendo la Península Ibérica y el norte de África. Las evidencias y las hipótesis sobre sus causas, que conoce la DGRTD, no se han considerado ni en el informe ni en su campaña.

El problema con la iniciativa de la CE, y la gestión de los efectos del cambio climático es la fragmentación de las unidades de decisión política y económica en el sur de Europa. Los ayuntamientos y las autonomías perciben el cambio climático como algo lejano que no les afecta, aunque estén ya discutiendo por una de sus consecuencias inmediatas: la creciente falta de agua. Tampoco son conscientes de que los efectos de sus decisiones sobre el uso (o abuso) del suelo (por ejemplo, la pérdida de evaporación local) se propagan y amplifican desde la escala local a la regional-global, y son la causa de los problemas mencionados.

Se necesita una visión adecuada de la propagación de efectos que permita la toma de decisiones precisas a nivel local-regional, y la coordinación y la conjunción del esfuerzo investigador entre la DGET, y la DGRTD, junto con los países y comunidades afectadas. Esta coordinación es necesaria para establecer una estructura de corredores a nivel europeo que evite los actuales diseños gordianos de polígonos industriales y sus accesos, de modo que un camión gasta tanto combustible para llegar desde la circunvalación en Sagunto hasta su descarga en un polígono de Valencia, como ha gastado desde su salida en Barcelona hasta la variante en Sagunto. Este problema, común en casi todas las viejas ciudades-fortaleza del sur de Europa, hace que el consumo de combustibles sea de un 25% a un 50% sobre el óptimo.

También es necesario tomar decisiones técnicamente lógicas, aunque no sean políticamente correctas (a nivel local). Por ejemplo, agrupar las infraestructuras y corredores de transporte para un gran puerto en una zona sin congestionar (¿Sagunto?), en vez de sobrecargar las estructuras urbanas en una zona ya desarrollada (Valencia), soslayando la obsesión de ponerlo todo en el mismo lugar. Finalmente, se necesita la visión general para que sea el sur de Europa el que se beneficie de las medidas económicas que propone la CE para el ahorro de energía, el desarrollo de nuevas tecnologías y la mitigación de (todos) los efectos del cambio climático.

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Millán Millán Muñoz es director ejecutivo de la Fundacion CEAM, miembro del grupo asesor de la DG RTD de la Comisión Europea en el área de Cambio Global y Ecosistemas (Global Change and Ecosystems).

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