Fabra recoloca a los seis interinos del castillo de Morella en Alcalà

El presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, ha decidido recolocar a los seis interinos que había contratado para el funcionamiento del castillo de Morella, según afirmaron ayer los diputados Rubén Ibáñez y Miguel Ángel Mulet. Para ello ha pensado en otro castillo, el de Alcalà de Xivert que, hasta ahora, ha funcionado sin personal, tal como admitieron ayer los diputados del PP. Sin embargo, los seis empleados, funcionarios interinos, desarrollarán a partir de ahora su trabajo en esta otra fortaleza donde, según dijo Mulet, "está justificada" su contratación debido al trabajo a d...

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El presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, ha decidido recolocar a los seis interinos que había contratado para el funcionamiento del castillo de Morella, según afirmaron ayer los diputados Rubén Ibáñez y Miguel Ángel Mulet. Para ello ha pensado en otro castillo, el de Alcalà de Xivert que, hasta ahora, ha funcionado sin personal, tal como admitieron ayer los diputados del PP. Sin embargo, los seis empleados, funcionarios interinos, desarrollarán a partir de ahora su trabajo en esta otra fortaleza donde, según dijo Mulet, "está justificada" su contratación debido al trabajo a desarrollar. Los diputados populares también admitieron que entre las previsiones de la institución provincial no está contratar a nadie para desarrollar la gestión del castillo de Alcalà y que el traslado no se hubiera llevado a cabo si la Diputación de Castellón no hubiera tenido que abandonar la gestión del patrimonio de Morella.

El Ayuntamiento de Morella logró recuperar la gestión del castillo y de las murallas tras la orden del Ministerio de Cultura que rescindía la cesión realizada por el Gobierno central a la Diputación en 2001. Fabra mostró resistencia a que la gestión volviera a manos del ayuntamiento, mientras que el alcalde de la localidad, Joaquim Puig, manifestaba su satisfacción por la recuperación de la gestión.

Una vez perdido el pulso por la gestión del patrimonio morellano, Fabra anunció su intención de litigar por el destino de los seis trabajadores que había contratado para el castillo. Sin embargo, el convenio que la Diputación firmó en 2001 con el Ministerio de Cultura era claro a este respecto ya que señalaba que "la Administración del Estado no asumirá, en ningún caso, los contratos de trabajo que pudiera haber concertado la Diputación".

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