Cartas al director

Sobre Ecuador

Me refiero al editorial aparecido en el diario de su dirección, el día 1 de febrero en curso, que bajo el título Ecuador en tensión, responsabiliza al presidente Rafael Correa por los acontecimientos recientes acaecidos en el Congreso Nacional, en Quito, cuyo contenido el Gobierno del Ecuador no comparte.

El presidente Correa, inmediatamente de producidos estos hechos, al reconocer el derecho de la ciudadanía a la libre expresión, de una manera pacífica, lamentó los actos de violencia generados y dispuso que se realicen las investigaciones para sancionar, conforme a la ley, a los...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Me refiero al editorial aparecido en el diario de su dirección, el día 1 de febrero en curso, que bajo el título Ecuador en tensión, responsabiliza al presidente Rafael Correa por los acontecimientos recientes acaecidos en el Congreso Nacional, en Quito, cuyo contenido el Gobierno del Ecuador no comparte.

El presidente Correa, inmediatamente de producidos estos hechos, al reconocer el derecho de la ciudadanía a la libre expresión, de una manera pacífica, lamentó los actos de violencia generados y dispuso que se realicen las investigaciones para sancionar, conforme a la ley, a los responsables.

Por otra parte, la emigración en el Ecuador no es un fenómeno reciente y menos aún de responsabilidad del Gobierno del presidente Correa, como equivocadamente parece sugerir el artículo que comento, ya que el nuevo jefe de Estado está en el ejercicio de su mandato apenas hace 15 días. Estos flujos migratorios responden a circunstancias socio-económicas complejas, de responsabilidad compartida entre países emisores y receptores, que son necesarias revertir en beneficio del desarrollo del Ecuador.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

En esta perspectiva, el Gobierno del Ecuador está firmemente decidido a lograr una profunda transformación política, social, económica, ética e institucional del país en beneficio de todos los ecuatorianos y con pleno respeto al Estado de Derecho, para lo cual también es fundamental contar con la necesaria objetividad de los medios de comunicación.

Archivado En