El Congreso de EE UU aprueba suprimir ayudas fiscales a las petroleras

La Cámara de Representantes de Estados Unidos lo intenta otra vez. La madrugada del viernes aprobó una iniciativa legal para revertir parte de las ayudas fiscales de las que se beneficia la gran industria petrolera, valoradas en 7.600 millones de dólares.

La nueva legislación, cuando supere todos los trámites legislativos necesarios, obligará además a las compañías petroleras a pagar más por los derechos de extracción en alta mar, estimados en 14.000 millones de dólares durante la próxima década. En el último ejercicio, las grandes compañías petroleras estadounidenses han presentado una...

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La Cámara de Representantes de Estados Unidos lo intenta otra vez. La madrugada del viernes aprobó una iniciativa legal para revertir parte de las ayudas fiscales de las que se beneficia la gran industria petrolera, valoradas en 7.600 millones de dólares.

La nueva legislación, cuando supere todos los trámites legislativos necesarios, obligará además a las compañías petroleras a pagar más por los derechos de extracción en alta mar, estimados en 14.000 millones de dólares durante la próxima década. En el último ejercicio, las grandes compañías petroleras estadounidenses han presentado unas suculentas cuentas de resultados por la subida del crudo.

El proyecto forma parte de un paquete de iniciativas legales que se había propuesto sacar adelante el Partido Demócrata durante sus primeras 100 horas de control del Congreso de Estados Unidos. El texto fue aprobado por 264 votos a favor y 163 en contra.

Pero para que tenga efecto debe ser aprobada por el Senado, donde la mayoría demócrata se encuentra muy ajustada. De hecho, el año pasado se intentaron adoptar dos leyes similares que murieron antes de que fueran firmadas por el presidente George Bush por este ajuste en los votos.

La futura legislación, conocida como Big Oil, tiene dos elementos principales. Por un lado, forzará a las petroleras a pagar más royalties para la extracción de petróleo y gas natural, cerrando un agujero legal para las operaciones en las plataformas marinas en el golfo de México. Por otro, rescinde una exención fiscal aprobada en el año 2004, que permite a las grandes petroleras solicitar deducciones por la producción y refino.

Energías renovables

Los congresistas liberales ya advirtieron durante la campaña electoral de las pasadas elecciones legislativas de noviembre pasado que estaban dispuestos a tumbar los subsidios aprobados por Bush y que este dinero se utilizará para alimentar un fondo que tendrá como objetivo promover el uso de fuentes de energía renovables, mejorar la eficiencia energética y reducir a la vez las emisiones de efecto invernadero y la dependencia energética hacia las importaciones de crudo extranjeras.

Los rivales conservadores, sin embargo, consideran que esta carga fiscal desincentivará la producción de petróleo y de gas natural nacional.

El lobby petrolero advierte, por su parte, de que este cambio les obligará a elevar el precio de consumo o reducir el beneficio para el inversor en las compañías petroleras. Los analistas de la industria energética, por su parte, restan dramatismo al cambio en las reglas y consideran que las grandes petroleras deberán ser muy cuidadosas a la hora de fijar los precios, con un Congreso demócrata dispuesto a cerrarle los bolsillos.

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