Cifras enormes para grandes proyectos

El récord inversor ha venido jalonado por la suma de las cantidades que se han manejado en las 61 compraventas de 2006. Algunas de ellas corresponden a proyectos emblemáticos que se han hecho pagar. El inmueble por el que más se pagó fue la Torre Fira, que lleva la firma del japonés Toyo Ito. El consorcio formado por Layetana, FCC y Metrópolis vendió a Realia por 126 millones de euros este proyecto de 32.000 metros cuadrados de oficinas que tiene todos los números para convertirse en el nuevo emblema de la zona. Algo menos, 120 millones, fue lo que abonó el fondo inversor UBS por hacerse de un...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El récord inversor ha venido jalonado por la suma de las cantidades que se han manejado en las 61 compraventas de 2006. Algunas de ellas corresponden a proyectos emblemáticos que se han hecho pagar. El inmueble por el que más se pagó fue la Torre Fira, que lleva la firma del japonés Toyo Ito. El consorcio formado por Layetana, FCC y Metrópolis vendió a Realia por 126 millones de euros este proyecto de 32.000 metros cuadrados de oficinas que tiene todos los números para convertirse en el nuevo emblema de la zona. Algo menos, 120 millones, fue lo que abonó el fondo inversor UBS por hacerse de una tacada con 45.000 metros cuadrados del WTC Almeda Park de Cornellà, según Jones Lang LaSalle (JLL)

También fue abultada la compra de Distrito 38, promovido por el grupo Habitat y adquirido por Gesmadrid, la gestora de fondos de Caja Madrid, por 113 millones, de acuerdo con Cushman & Wakefield. Los autores de este edificio de la Zona Franca también son arquitectos de prestigio, en este caso el japonés Arata Isozaki y el madrileño Alejandro Zaera Polo.

El mercado inmobiliario barcelonés se vio agitado en enero por la entrada de la promotora madrileña Grupo Monteverde, que quiso hacer notar su irrupción con la compra de la antigua sede de Banesto, en la plaza de Catalunya por 110 millones de euros; una de las operaciones que mayores plusvalías han generado en la capital catalana: en sólo dos años y medio, cerca de 49 millones de euros. El inmueble se convertirá en una finca con 70 viviendas de lujo, mientras que la antigua caja fuerte se transformará, tras una aparatosa intervención, en un garaje con 140 plazas de aparcamiento.

El mismo grupo efectuó otra operación de calado. Se hizo con la Torre Tarragona, un edificio de oficinas ocupado casi al 100% por el que desembolsó 90 millones. Apenas un año antes, Standard Life Investments lo había vendido a Credit Suisse por 62 millones, por lo que experimentó una revalorización del 45%. Dado el volumen de la compraventa, fuentes del sector señalan que la rentabilidad cayó del 5,5% al 4,1%.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Sobre la firma

Archivado En