Conmoción en India por el hallazgo de 15 niños violados y asesinados

India amaneció ayer conmocionada con el hallazgo en una casa de Noida, ciudad cercana a Nueva Delhi, de los cráneos de 15 niños que fueron violados y asesinados.

La detención de dos personas no sirvió para aplacar la ira popular. Decenas de padres y madres se desplazaron a la casa, situada en una barriada popular, esgrimiendo fotografías de sus hijos desaparecidos y observando la labor de la policía. En las cercanías de la vivienda se arremolinaban cientos de personas, algunas de las cuales lanzaron piedras a la casa y trataron de entrar en ella, mientras la policía continuaba con las t...

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India amaneció ayer conmocionada con el hallazgo en una casa de Noida, ciudad cercana a Nueva Delhi, de los cráneos de 15 niños que fueron violados y asesinados.

La detención de dos personas no sirvió para aplacar la ira popular. Decenas de padres y madres se desplazaron a la casa, situada en una barriada popular, esgrimiendo fotografías de sus hijos desaparecidos y observando la labor de la policía. En las cercanías de la vivienda se arremolinaban cientos de personas, algunas de las cuales lanzaron piedras a la casa y trataron de entrar en ella, mientras la policía continuaba con las tareas de exhumación de los cuerpos y no descartaba que aumente el número de asesinados.

Las fuerzas de seguridad detuvieron el viernes a un empleado doméstico de 30 años llamado Satinder, que ha confesado la violación y el asesinato de 12 niños. Además, también fue detenido el dueño de la casa, Mohinder Singh, que asumió ayer que los crímenes fueron cometidos por su empleado con su consentimiento. Ambos han pasado a disposición judicial, acusados de asesinato, ocultación de pruebas y conspiración, lo que en India puede acarrear la pena de muerte.

La ciudad de Noida ha registrado 38 desapariciones de niños en los dos últimos años, si bien la mitad de los casos no fueron denunciados porque muchos afectados eran inmigrantes que residían ilegalmente y tenían miedo a la policía. Sin embargo, algunos familiares de los niños habían llegado sin éxito a formular denuncias contra Satinder, padre de una niña de tres años y descrito por la policía como "enfermo mental".

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