Los Mossos investigan el asalto violento a una casa en L'Escala
Los Mossos d'Esquadra están investigando el asalto violento que el pasado miércoles por la noche sufrió una familia de nacionalidad suiza que reside en un chalet de L'Escala (Alt Empordà). La propietaria de la vivienda, una mujer helvética que estos días está acompañada por su hija y su yerno, ha denunciado que dos encapuchados armados con pistolas ataron y amordazaron a los tres inquilinos y les robaron más de 20.000 euros.
La policía investiga en círculos muy próximos a la familia. La actuación de los ladrones hace suponer que conocían la vivienda y tenían noticia de que la propietari...
Los Mossos d'Esquadra están investigando el asalto violento que el pasado miércoles por la noche sufrió una familia de nacionalidad suiza que reside en un chalet de L'Escala (Alt Empordà). La propietaria de la vivienda, una mujer helvética que estos días está acompañada por su hija y su yerno, ha denunciado que dos encapuchados armados con pistolas ataron y amordazaron a los tres inquilinos y les robaron más de 20.000 euros.
La policía investiga en círculos muy próximos a la familia. La actuación de los ladrones hace suponer que conocían la vivienda y tenían noticia de que la propietaria guardaba mucho dinero. Fuentes de los Mossos descartaron que el asalto tenga relación con otros asaltos violentos recientes, ya que el modus operandi es muy distinto. El caso, según estas fuentes, presenta "circunstancias especiales" que se están analizando.
Los ladrones entraron en la vivienda, una modesta casa adosada de la urbanización Termes Park, mientras sus inquilinos dormían. Al parecer forzaron una cerradura de la puerta trasera. Los vecinos de la misma calle no oyeron ningún ruido. Las víctimas del asalto permanecieron atadas y amordazadas toda la noche hasta primera hora de la mañana, momento en que la hija de la propietaria consiguió liberarse y pedir ayuda a los vecinos gritando por la ventana. Los asaltantes se llevaron todas las llaves de la vivienda, de manera que fue necesaria la presencia de un cerrajero para abrir la puerta principal de la casa.
La propietaria de la vivienda no pudo facilitar demasiados datos de los asaltantes, puesto que tenía los ojos vendados. Sólo pudo señalar que hablaban español, pero con acento extranjero.