Preguntas y respuestas para un líder ante una guerra
El informe de Stephen Hadley, filtrado a The New York Times, fue elaborado tras el encuentro que celebró en Bagdad el 30 de octubre con el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki. "Regresamos de Irak convencidos de que hay que averiguar si el primer ministro quiere y puede imponerse a los planes de enfrentamientos entre etnias", arranca Hadley, que se pregunta: "¿Compartimos con el primer ministro Maliki la misma visión sobre Irak? Si es así, ¿él es capaz de controlar a los que quieren la hegemonía chií o el regreso del poder suní? Las respuestas son claves para determinar si tenemos la ...
El informe de Stephen Hadley, filtrado a The New York Times, fue elaborado tras el encuentro que celebró en Bagdad el 30 de octubre con el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki. "Regresamos de Irak convencidos de que hay que averiguar si el primer ministro quiere y puede imponerse a los planes de enfrentamientos entre etnias", arranca Hadley, que se pregunta: "¿Compartimos con el primer ministro Maliki la misma visión sobre Irak? Si es así, ¿él es capaz de controlar a los que quieren la hegemonía chií o el regreso del poder suní? Las respuestas son claves para determinar si tenemos la estrategia adecuada en Irak". En el documento se plantean, en síntesis, estos aspectos:
- Pasos que Maliki podría dar: obligar a sus ministros a adoptar medidas para mejorar la calidad de vida de los suníes; poner fin a la relación con Múqtada al Sáder [líder religioso radical chií]; nombrar a tecnócratas capaces y no partidistas en los sectores de seguridad y servicios; cambiar su equipo para que refleje mejor la diversidad de Irak; exigir a sus funcionarios una renuncia pública de la violencia como condición para mantener sus puestos de trabajo; aumentar el número de soldados iraquíes en los próximos nueve meses; declarar la suspensión de las unidades de policía sospechosas e integrar a fuerzas de la coalición en las unidades del Ministerio del Interior.
- Lo que podemos hacer para ayudar a Maliki: seguir combatiendo a Al Qaeda y a los insurgentes en Bagdad para demostrar a los chiíes que no necesitan estar protegidos por las milicias radicales; proseguir los esfuerzos para integrar a los suníes en el proceso; tratar de reforzar a Maliki dándole más control sobre las fuerzas iraquíes; mantener la presión sobre Irán y Siria para que no interfieran en Irak; e intensificar los esfuerzos para que Arabia Saudí apoye a Irak, corte los fondos para insurgentes y presione a Siria para que cese su respaldo a los insurgentes.