La trayectoria de ETA, a examen

La historia de ETA constituye la segunda edición de la obra publicada en 2000 y coordinada por Antonio Elorza. Ya en su primera edición el libro presentaba el notable activo de reunir a algunos de los más reconocidos autores sobre la cuestión, en una completa síntesis sobre la historia de la organización terrorista. La presente edición reviste el interés añadido de la consideración por algunos de sus colaboradores de la situación creada tras el anuncio del alto el fuego en la primavera de este año.

El libro se abre con una extensa introducción de Antonio Elorza, cuyo aspecto quiz...

La historia de ETA constituye la segunda edición de la obra publicada en 2000 y coordinada por Antonio Elorza. Ya en su primera edición el libro presentaba el notable activo de reunir a algunos de los más reconocidos autores sobre la cuestión, en una completa síntesis sobre la historia de la organización terrorista. La presente edición reviste el interés añadido de la consideración por algunos de sus colaboradores de la situación creada tras el anuncio del alto el fuego en la primavera de este año.

El libro se abre con una extensa introducción de Antonio Elorza, cuyo aspecto quizás más destacado sea la puesta de manifiesto de las líneas de continuidad del viejo discurso sabiniano, remozado por los "aberrianos" y los nacionalistas radicales de los años treinta, con los planteamientos ideológicos y políticos de ETA. Una ETA que jugará con la ventaja en relación con sus orígenes, de la presencia de una dictadura franquista que dará verosimilitud a la idea de una Euskadi ocupada por España presente en el discurso fundador del nacionalismo vasco.

José Garmendia estudia

el nacimiento, desarrollo y crisis de un movimiento surgido al calor del fracaso de la estrategia del PNV, de ciega confianza en las potencias vencedoras en la Segunda Guerra Mundial, como vía de solución del problema vasco. Gurutz Jáuregui examina a continuación los orígenes y la evolución ideológica de ETA. Subraya Jáuregui la tensión permanente que va a vivir la organización terrorista entre los planteamientos nacionalistas radicales y un programa revolucionario de inspiración marxista. Una tensión que siempre se decidirá por el triunfo de los defensores del nacionalismo radical, auténtica columna vertebral del movimiento. Florencio Domínguez Iribarren estudia después el enfrentamiento de ETA con la democracia. Llama la atención en este trabajo, del mismo modo que en los de Garmendia y Jáuregui, la importancia decisiva de la actitud francesa en la supervivencia del movimiento. Cuando se produce la revisión a fondo de la actitud de los gobiernos franceses en la materia, se inicia, en combinación con la nueva política del lado español, la crisis de un movimiento terrorista que comienza a aceptar la hipótesis de una derrota de la violencia a cargo de los instrumentos del Estado.

El libro concluye con el epílogo de Patxo Unzueta, quizás la colaboración más abierta a la consideración de la nueva situación creada por el alto el fuego y el inicio del "proceso de paz". El diagnóstico del autor es que ETA no desistirá de seguir reclamando sus objetivos históricos si percibe una disposición a ceder por la otra parte negociadora o constata la existencia de división entre las fuerzas políticas defensoras de la Constitución. En todo caso, el autor pronostica que, si el proceso de conversaciones no culmina con la retirada pactada de ETA, es bastante probable que culmine con la ruptura entre ETA y Batasuna. Una circunstancia que justificaría llevar adelante el proceso negociador.

Los autores, especialistas muy reconocidos, como antes decía, en el estudio del tema, han hecho el esfuerzo de presentar sus análisis en la forma de un estudio de alta divulgación que favorece la lectura de la obra. En ella puede encontrar el lector una aproximación rigurosa al más importante problema de la vida vasca e, indirectamente, a una de las más importantes cuestiones de la política española de los últimos años. La conciencia de que estamos tratando con un problema que rebasa en mucho el aseguramiento de la continuidad de un gobierno socialista o su sustitución por un gobierno popular, la necesidad de contar con la interlocución activa de las víctimas y el convencimiento de que, en modo alguno, se puede cuestionar el orden constitucional en el proceso de diálogo, serían los requisitos deducibles del estudio sobre los que basar una negociación capaz de poner punto final a la historia de ETA.