Los expertos cuestionan la fiabilidad de unos sonómetros del Ayuntamiento

El Consistorio asegura que los aparatos están homologados

El cierre cotidiano de un local de Barcelona por parte del Ayuntamiento ha hecho aflorar una deficiencia que podría afectar a decenas de actuaciones municipales. Y es que diversos informes técnicos emitidos por especialistas en la materia a propósito del caso aseguran que los sonómetros empleados para realizar las mediciones de supuesta contaminación acústica no son fiables ni están homologados.

Los informes de los expertos han sido aportados en las alegaciones presentadas contra el ciere de Lasermon, un local situado en el número 82 de la calle de Muntaner, en el que se practican batal...

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El cierre cotidiano de un local de Barcelona por parte del Ayuntamiento ha hecho aflorar una deficiencia que podría afectar a decenas de actuaciones municipales. Y es que diversos informes técnicos emitidos por especialistas en la materia a propósito del caso aseguran que los sonómetros empleados para realizar las mediciones de supuesta contaminación acústica no son fiables ni están homologados.

Los informes de los expertos han sido aportados en las alegaciones presentadas contra el ciere de Lasermon, un local situado en el número 82 de la calle de Muntaner, en el que se practican batallas con bolas de pintura. Fue abierto hace dos años y siempre ha contado con la oposición de una vecina.

Esas alegaciones contienen un informe de Enric Grosche, ingeniero especializado en acústica, quien afirma que los sonómetros útilizados por la empresa Business Strengths no están homologados y que la medición realizada el 7 de octubre contiene graves errores y no respetó los protocolos. Otro catedrático de la UPC, Francesc Daumal, destaca las incorrecciones de la medición en la ilegalidad de los sonómetros.

El fabricante del micrófono gras 40AS empleado también recomienda por escrito que no se utilice para mediciones de interior, en contra de lo que ocurrió, dada su baja fiabilidad. La propia Generalitat, a través de la Dirección General de Calidad Ambiental, dictaminó también que la sociedad que realizó las mediciones no está acreditada como entidad ambiental de control, ni registrada, por lo que "no existe ningún tipo de circunstancias por las cuales puede ejercer las tareas de control".

Frente a estos pronunciamientos, el Ayuntamiento replicó ayer que los sonómetros son "correctos, legales y homologables". Un portavoz municipal anunció ayer que el distrito del Eixample, que preside Assumpta Escarp, responderá a esas alegaciones antes de adoptar una decisión. "Resulta chocante que quien debería defendernos de una denuncia infundada de una vecina, como es el Ayuntamiento y sus técnicos, se hayan puesto en nuestra contra", asegura el propietario del local, Benjamín Suárez. La abogada del propietario asegura que la sala de fiestas La Paloma se encuentra en igual situación que este local.

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