Reportaje:

"Le salía espuma por la boca. El médico no sabía qué hacer"

Sanidad desconoce la cifra de bebés afectados por el jabón vaginal envasado como suero

"Te asustas mucho cuando a tu hijo recién nacido empieza a salirle espuma por la boca. Pero si ves que ni siquiera los médicos saben lo que le pasa, entonces llegas a desesperarte y a volverte loco".

Así resumió ayer Basilio Sánchez, padre primerizo desde el pasado 29 de agosto, lo ocurrido con su hijo Álvaro. Él ha sido una de las víctimas del jabón vaginal envasado en frascos de plástico casi idénticos a los utilizados para comercializar suero fisiológico, lo que llevó a algunos padres a limpiar ojos y fosas nasales de los neonatos con el jabón.

"Le puse dos gotas a mi hijo en ...

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"Te asustas mucho cuando a tu hijo recién nacido empieza a salirle espuma por la boca. Pero si ves que ni siquiera los médicos saben lo que le pasa, entonces llegas a desesperarte y a volverte loco".

Así resumió ayer Basilio Sánchez, padre primerizo desde el pasado 29 de agosto, lo ocurrido con su hijo Álvaro. Él ha sido una de las víctimas del jabón vaginal envasado en frascos de plástico casi idénticos a los utilizados para comercializar suero fisiológico, lo que llevó a algunos padres a limpiar ojos y fosas nasales de los neonatos con el jabón.

"Le puse dos gotas a mi hijo en la nariz y empezó a llorar. Luego echaba espuma por la boca y empezó a adormecerse", recuerda Basilio. Lo peor, sin embargo, estaba por llegar: "Llamamos al 112 y lo que puedo decir del médico que nos atendió es que fue un borde. No nos tomó en serio y dijo que ya se le pasaría al niño. Luego llamé a su pediatra del centro de salud y no tenía ni idea de lo que podía estar pasando. Fuimos a urgencias, con el niño cada vez menos consciente, y allí sí actuaron: le pusieron oxígeno y llamaron a la UVI móvil para que le llevara rápidamente al hospital Clínico". El pequeño Álvaro pasó varias horas ingresado hasta que su respiración volvió a la normalidad.

Canastillas gratis

Su historia es una de las que han provocado los 11.000 Estuches Chiquitín -un surtido de muestras gratuitas de artículos para recién nacidos y sus madres- repartidos en Madrid y Barcelona. Los lotes fueron distribuidos en mayo y junio, aunque no fue hasta el 19 de septiembre cuando la Comunidad de Madrid dio la alerta tras el ingreso de tres bebés en la maternidad de O'Donnell . La empresa distribuidora admitió otras cuatro intoxicaciones.

Dos días más tarde, el Ministerio de Sanidad ordenó a las comunidades autónomas retirar el producto e informar "a las personas a las que se facilitó la canastilla sobre el correcto uso del producto, no destinado al lavado nasal ni ocular".

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La Consejería de Sanidad informó el pasado martes de que había cumplido con la orden, que había alertado a los centros sanitarios y que en los hospitales públicos sólo se habían registrado tres casos."Mentira, mentira y mentira", replicó airado ayer Basilio. "Lo de mi hijo ocurrió el día 25, cuando habían pasado seis desde la primera alerta y cuatro de la orden del ministerio. Nadie nos avisó y eso que la canastilla nos la habían dado en un centro de la sanidad pública. Además, ningún médico, ni el del 112, ni la pediatra ni en el hospital Clínico sabía nada del tema. ¿Qué clase de alerta han dado?".

Un portavoz de Sanidad matizó ayer que cuando el martes informó de que "los hospitales públicos han registrado tres casos de bebés afectados" se refería sólo a los notificados antes de la alerta, el día 19. De los ocurridos desde entonces, admitió no tener constancia "si ha habido más casos".

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