El PSOE y el PP avalan en el Congreso el proceso de reforma del Estatuto de Aragón

El Congreso aprobó ayer con un respaldo casi total la toma en consideración de la reforma del Estatuto de Aragón acordada por el Parlamento de esa comunidad. Por primera vez, el PP apoya la reforma estatutaria de una autonomía gobernada por el PSOE. Antes, populares y socialistas votaron juntos los textos de Valencia y Baleares, gobernadas por el PP. El PAR e IU mantuvieron su voto afirmativo, y Chunta Aragonesista y ERC también mantuvieron su abstención. El PP, no obstante, enfrentó esta reforma con "otras disgregadoras", en referencia a Cataluña.

Ahora empieza en el Congreso la andadu...

El Congreso aprobó ayer con un respaldo casi total la toma en consideración de la reforma del Estatuto de Aragón acordada por el Parlamento de esa comunidad. Por primera vez, el PP apoya la reforma estatutaria de una autonomía gobernada por el PSOE. Antes, populares y socialistas votaron juntos los textos de Valencia y Baleares, gobernadas por el PP. El PAR e IU mantuvieron su voto afirmativo, y Chunta Aragonesista y ERC también mantuvieron su abstención. El PP, no obstante, enfrentó esta reforma con "otras disgregadoras", en referencia a Cataluña.

Ahora empieza en el Congreso la andadura de la reforma del Estatuto de Aragón que ayer fue tomada en consideración por el pleno de la Cámara con 283 votos a favor y 10 abstenciones, que pertenecían a la Chunta Aragonesista (Cha), ERC y Grupo Mixto. El Estatuto lo presentó el socialista Marcelino Iglesias, presidente de esa comunidad, que anunció su afán de ampliar todavía más el consenso, es decir, incorporando a la Chunta. Esa misma idea expresaron Gustavo Alcalde (PP) y José Angel Biel, del Partido Aragonés (PAR). Iglesias, y sus dos compañeros del Parlamento aragonés, pidieron a las Cortes Generales, "sensibilidad y respeto", ante el acuerdo de las Cortes aragonesas, es decir, que no se modifique el texto.

La sesión de ayer transcurrió con el clima de consenso que arrojó la votación, aunque los representantes del PP deslizaron profusas descalificaciones hacia el gobierno central, cuyo motivo fue el Estatuto de Cataluña, que estuvo muy presente. Los representantes de CiU y ERC se preguntaron por qué el PP ha apoyado preceptos de los Estatutos valenciano, balear y, ahora, aragonés, y los negó para el catalán. El PNV les reprochó que la reforma de su Estatuto -el plan Ibarretxe- ni siquiera pasó la toma en consideración.

Normalidad

La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, tomó la palabra en nombre del Gobierno, en presencia del presidente del PP, Mariano Rajoy, para destacar la normalidad con la que se están aprobando las reformas estatutarias (son los casos del Estatuto valenciano, catalán, balear, y el andaluz que se encuentra en fase de ponencia). "Los discursos altisonantes y de desconfianza en las reformas estatutarias", dijo la vicepresidenta, "pierden toda credibilidad".

En general primó el tono "constructivo", aunque el portavoz parlamentario del PSOE, Diego López Garrido, reprochó al diputado del PP, Ángel Pintado, que también en esta ocasión, arremetiera contra el Gobierno. El representante del PP de Aragón, había advertido que se habían resistido las "tendencias disgregadoras". Pero el PSOE no quería ayer aguar la fiesta al dar una especial relevancia al acuerdo con el PP, a pesar de que los populares marcaron un hito al aprobar por primera una reforma de una comunidad gobernada por socialistas.

Ahora queda la difícil tarea de convencer a la Chunta para que vote a favor al final de la tramitación. De momento, el diputado de este partido, José Antonio Labordeta, señaló los puntos que hacen imposible el apoyo: ausencia de compromisos concretos en materia de financiación, el pobre reconocimiento de la lengua catalana que hablan en Aragón 50.000 habitantes y las diferencias en política hidráulica. IU, a través de la diputada en Madrid, Isaura Navarro, dio el sí.

El Estatuto trata de hacer casi imposible un trasvase del Ebro. "La comunidad autónoma emitirá un informe preceptivo para cualquier propuesta de obra hidráulica o de transferencia de agua que afecte a su territorio". Se establece una reserva de agua para uso exclusivo de los aragoneses de 6.550 hectómetros cúbicos. Y, además de estas cautelas, se fija un capítulo de nuevos derechos. En cuanto a la financiación se mantiene la relación bilateral con el gobierno central y la "posibilidad" de crear una Agencia Tributaria.

El Estatuto deja abierta la posibilidad de hacer uso de múltiples competencias. Pero no concreta cuándo ni en qué circunstancias, por ejemplo, abordaría la creación de una policía propia y la gestión de las cárceles. "Nosotros no necesitamos debates estériles sobre nuestra identidad: somos españoles y somos aragoneses, sin complejos", dijo el presidente Marcelino Iglesias, que a partir de ahora sí tiene la facultad de convocar elecciones. El presidente del PP aragonés, Gustavo Alcalde, hizo la misma apreciación identitaria.

El debate se saldó con un cerrado aplauso cuando la abrumadora aprobación apareció en el panel de votación.