12.000 residentes en Montcada reclaman el soterramiento de la línea del tren

Una plataforma exige que las obras se hagan al mismo tiempo que las del AVE

Montcada: una ciudad rota, trinchada por tres líneas férreas, dos autopistas, una autovía, dos ríos, una cantera y no pocas industrias colectivas. En enero empezarán las obras del AVE. Irá soterrado porque no cabe en la superficie. A la vez debía soterrarse la línea de Portbou, que parte en dos la población pero el diseño que hizo el Ministerio de Fomento, en 2000, con el PP en el poder, tenía un problema: el túnel que se iba a construir derribaba las pilastras en las que se apoya una de las autopistas. Hay que hacer un tramo nuevo y eso lleva tiempo. De sus 32.000 vecinos, 12.000 han firmado ...

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Montcada: una ciudad rota, trinchada por tres líneas férreas, dos autopistas, una autovía, dos ríos, una cantera y no pocas industrias colectivas. En enero empezarán las obras del AVE. Irá soterrado porque no cabe en la superficie. A la vez debía soterrarse la línea de Portbou, que parte en dos la población pero el diseño que hizo el Ministerio de Fomento, en 2000, con el PP en el poder, tenía un problema: el túnel que se iba a construir derribaba las pilastras en las que se apoya una de las autopistas. Hay que hacer un tramo nuevo y eso lleva tiempo. De sus 32.000 vecinos, 12.000 han firmado un manifiesto para reclamar que se haga a la vez que el AVE. "O ahora o nunca" opinan. No quieren, dicen, perder este tren.

La plataforma prosoterramiento de la línea del tren se formó cuando se le vieron las orejas al lobo. El proyecto hecho por Fomento (hoy ya depende de Adif, Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) no era viable. La primera reacción del ministerio que dirigía Francisco Álvarez Cascos fue proponer una serie de modificaciones. De los 1.800 metros por soterrar, se enterrarían sólo 1.400. Quedaban al aire libre los que pasan por el puro centro de la población.

El Ayuntamiento de Montcada rechazó la propuesta y encargó la redacción de otra a la agencia municipalista Barcelona Regional. Se sugirió al ministerio que el soterramiento no fuera paralelo al AVE, que al ir a 40 metros de profundidad no tiene el mismo problema, sino que se realizara un ligero desvío para salvar las pilastras de la autopista. El ministerio se mostró reticente y empezaron las negociaciones.

La población asistía escamada a este debate y en un determinado momento empezó a temerse que el Ayuntamiento transigiría a cambio de otras compensaciones. Ahí fue Troya. Un grupo de 44 ex concejales (que incluye a dos ex alcaldes) firmó un manifiesto en el que reclamaba el soterramiento íntegro y con las obras al mismo tiempo que el AVE.

Una plataforma formada para apoyar la reclamación decidió mantenerse ajena a las luchas entre partidos, pero como el Ayuntamiento tiene una propuesta que satisface a todos, decidió apoyarla. El consistorio quedó atrapado en su propia red. No le pedían más que lo que él mismo había reclamado. El propio alcalde, César Arrizabalaga (PSC), tras algunas dudas acabó sumándose a la primera de las dos manifestaciones multitudinarias celebradas en la población y reclamó a los responsables de las obras que asumieran la propuesta municipal. En estos momentos, casi nadie en la localidad aceptaría otra. Hace una semanas, Arrizabalaga remitió al Ministerio de Fomento una dura carta en la que le advierte de la dificultad de acometer sólo las obras del AVE posponiendo las del tren convencional.

Nuevo trazado

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Y ahí está el problema. El nuevo trazado exige un nuevo estudio informativo, una nueva salida del proyecto a información pública que dé pie a que quien quiera (aunque sólo fuera una persona) pueda presentar alegaciones. La ley impone todos estos trámites, de modo que para Adif va a resultar muy difícil acortar plazos e iniciar las obras en enero, al mismo tiempo que el AVE.

Los responsables de Adif reconocen que las reticencias de la población son comprensibles: las propias de todo gobernado ante los gobernantes, al margen de los colores del Gobierno. Y reconocen también que Montcada es una ciudad crucificada por las infraestructuras, pero añaden que no pueden vulnerar la ley y recuerdan que desde el ministerio se ha comunicado "por escrito" el compromiso de realizar las dos obras y "soterrar completamente" la línea de Portbou. La intención, explicaron, es "aproximar al máximo" ambas obras de modo que, posiblemente, el final de las primeras se solapará con las segundas. Las primeras son el túnel de AVE, a unos 40 metros de profundidad. Las segundas son la construcción de un túnel para la línea de ancho ibérico (sólo una de las tres que cruzan la población y, quizá, algún tramo de la línea de La Garriga) con un soterramiento total, incluido el paso del río, sobre la base del proyecto presentado por el Ayuntamiento. Lo que la plataforma exige y Adif no puedee dar, "por seriedad", es un calendario.

El Departamento de Política Territorial, a través del secretario de Movilidad, Manel Nadal, ha mediado en el asunto, visitando el terreno y entrevistándose con las partes. Nadal se muestra convencido de que habrá acuerdo y de que la plataforma tendrá una respuesta "aceptable" que dará satisfacción a sus demandas. "El proyecto en el que trabaja Adif coincide con el del Ayuntamiento y se hace lo imposible para acortar las fechas de licitación". El proyecto figura, incluso, entre aquéllos cuya financiación ha sido pactada entre Fomento y Política Territorial. El problema es que el calendario llega hasta 2012 y los ciudadanos de Montcada reclaman que las obras empiecen mucho antes y amenazan, en caso contrario, con ponerse ante las máquinas del AVE.

En el otro lado la plataforma muestra sus poderes: 12.000 firmas y miles de manifestantes que expresan la insatisfacción acumulada a lo largo de años.

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