Los Premis Nacionals de Cultura elogian la creatividad y diversidad

Lluís Homar, Anna Veiga y Milagros Pérez Oliva, entre los premiados

Los Premis Nacionals de Cultura, que ayer se entregaron en el nuevo Auditorio de Girona, permitieron oír, como destacó el presidente de la Generalitatat, Pasqual Maragall, "todos los acentos del catalán". El elogio al dinamismo, la creatividad y la diversidad se convirtieron en elementos recurrentes de la ceremonia de entrega de los galardones a las 15 personas e instituciones premiadas este año.

El consejero de Cultura, Ferran Mascarell, abrió el acto y dijo que los premiados muestran "una mezcla de edades y tradiciones plurales" que mantiene "viva y dinámica" la cultura catalana. Pasq...

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Los Premis Nacionals de Cultura, que ayer se entregaron en el nuevo Auditorio de Girona, permitieron oír, como destacó el presidente de la Generalitatat, Pasqual Maragall, "todos los acentos del catalán". El elogio al dinamismo, la creatividad y la diversidad se convirtieron en elementos recurrentes de la ceremonia de entrega de los galardones a las 15 personas e instituciones premiadas este año.

El consejero de Cultura, Ferran Mascarell, abrió el acto y dijo que los premiados muestran "una mezcla de edades y tradiciones plurales" que mantiene "viva y dinámica" la cultura catalana. Pasqual Maragall, haciendo honor a su carácter imprevisible, soltó un par de osadas citas en tono elegiaco e irónico. Al citar a Shakespeare dijo "sufrir sin contestar las ofensas y los dolores de una fortuna esquiva o bien tomar armas contra ellos, enfrentarse y vencer", y al recordar un responsorio de la catedral de Valencia en la tumba de Ausiàs March: "En ma mort delit hi trobe, perquè no en tolt la causa perquè em ve".

Maria del Mar Bonet leyó el veredicto del premio de literatura a Biel Mesquida. Recordó los tiempos en que la inflamaba con sus versos y le definió como "loco, inteligente, tierno". Mesquida, elevando el tono, culminó sus agradecimientos con uno "al Gobierno catalanista y de izquierdas presidido por Maragall". Mesquida consideró que premiándole a él se premia a los escritores catalanes "incorrectos y críticos" y a los que "ponen en crisis las ideologías y el poder". Añadió este grupo a los autores que "aman y luchan, literalmente y en todos los sentidos, por la pequeña, minorizada, anormalizada y resistente lengua catalana".

Milagros Pérez Oliva, periodista de EL PAÍS, galardonada en la modalidad de periodismo por fomentar, con independencia y visión crítica, el conocimiento de temas de salud pública y epidemiología, advirtió de que el trabajo periodístico supone "ejercer una función social cada vez más delicada". Añadió que el premio reafirmará su compromiso por el periodismo "independiente, riguroso y con credibilidad".

La lectura de cada veredicto corrió a cargo de un invitado sorpresa. El premio de teatro a Lluís Homar permitió descubrir que Roser Capdevila, autora de Las tres mellizas, le tuvo como alumno. "Entonces eras un trasto", le dijo al actor. Homar aseguró estar contento de recibir el premio en una época en que Cataluña tiene "un Gobierno de izquierdas". Javier Mariscal, que entregó el de proyección social de la lengua catalana a la Escola Valenciana-Federació d'Associacions per la Llengua, también elogió a Maragall. Joan Soler i Amigó, premio de cultura popular, reivindicó que el calificativo "popular" aplicado a la cultura no sirva para rebajarla.

Entre los 15 premiados se encontraban también Josep Llinàs (arquitectura), Antoni Abat (artes visuales), Lala Gomà (audiovisuales), Marta Balletbó-Coll (cine), el espectáculo Rodó (circo), el grupo La Caldera (danza), Pati Núñez (diseño), el Orfeó Català (música), el Museo del Cine de Girona (patrimonio cultural), y Anna Veiga (pensamiento y cultura científica).

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