"Más que Hezbolá, me preocupa algún grupo ajeno a Líbano"

Sólo 72 horas después de desembarcar en Líbano, el coronel Luis Meléndez, jefe de la Fuerza Expedicionaria de Infantería de Marina enviada por España, explicó ayer a este periódico sus primeras impresiones sobre la misión. Desde el viernes, los casi 500 soldados a sus órdenes están acampados a dos kilómetros de Taibé, muy cerca de la frontera con Israel y en el epicentro de la zona dominada por la milicia chií de Hezbolá. El coronel Meléndez afirma que la situación que se han encontrado los españoles es de calma aparente, pero subraya que ello no significa que vayan a relajar las medidas de se...

Sólo 72 horas después de desembarcar en Líbano, el coronel Luis Meléndez, jefe de la Fuerza Expedicionaria de Infantería de Marina enviada por España, explicó ayer a este periódico sus primeras impresiones sobre la misión. Desde el viernes, los casi 500 soldados a sus órdenes están acampados a dos kilómetros de Taibé, muy cerca de la frontera con Israel y en el epicentro de la zona dominada por la milicia chií de Hezbolá. El coronel Meléndez afirma que la situación que se han encontrado los españoles es de calma aparente, pero subraya que ello no significa que vayan a relajar las medidas de seguridad: "Hay amenazas directas [contra los cascos azules] y no precisamente de los actores que están aquí, sino de otros que no tienen nada que perder en este conflicto".

Aunque las excavadoras trabajan a buen ritmo, los spanish marines se alimentan aún de raciones de campaña y carecen de agua para ducharse. "Tenemos asumido que en todas las misiones hay una fase inicial en la que no se tienen las condiciones ideales de vida", explica Meléndez (Ferrol, 1955), restando importancia a las incomodidades. "De todas formas, hemos traído contenedores con duchas y aseos, pero al haber desembarcado en fin de semana se ha producido cierto retraso".

Pregunta. El primer riesgo con que se han encontrado son las minas y explosivos...

Respuesta. El emplazamiento ha sido examinado por una compañía china. Estamos inspeccionando los alrededores y hemos localizado alguna espoleta sin explosionar que hemos señalizado.

P. ¿Cuándo estarán operativos?

R. Hay condicionantes que nos pone la FINUL

[Fuerza Interina de Naciones Unidas para Líbano], como recibir cinco días de charlas sobre la situación del país y procedimientos operativos. Yo quiero simultanearlo con los primeros reconocimientos y que en diez días estemos en condiciones de hacernos cargo de nuestra zona.

P. ¿Cuál será su misión? ¿En qué se traduce el encargo de vigilar el alto el fuego?

R. Está muy claro. El alto el fuego se monitoriza mediante patrullas y puestos fijos de observación. Si se produce un incumplimiento, se investiga y se denuncia.

P. ¿Habrá puestos españoles en la frontera con Israel?

R. Por supuesto. Los indios, a los que vamos a relevar, tienen muchos puntos de observación a lo largo de la línea azul [frontera provisional entre Líbano e Israel], que en teoría es donde se pueden dar más incidentes. Pero no sólo estaremos allí. Nuestra misión no es vigilar sólo a los israelíes.

P. La zona bajo su responsabilidad incluye algunos de los escenarios de los combates más duros.

R. No creo que haya más riesgo que en otras partes, aunque sabemos que aquí hay mayor concentración de elementos de Hezbolá y que es más probable que, si se produce alguna acción de su parte, tenga lugar aquí.

P. ¿Qué es lo que más le ha llamado la atención hasta ahora?

R. La calma. Si no fuera por los efectos en casas y carreteras sería difícil creer que sólo hace un mes que acabó la guerra. Vienes con la idea de que se están produciendo escaramuzas diarias y te encuentras con una calma que no sé si es calma tensa, pero es calma aparente. Eso no significa que vayamos a relajar la seguridad en absoluto. Hay amenazas directas

[contra los cascos azules], y no precisamente de los actores que están aquí, sino de otros que no tienen nada que perder en este conflicto.

P. Los soldados españoles no van tan armados como otros.

R. Naciones Unidas nos ha pedido que no hagamos despliegues ofensivos, porque podemos dar la impresión de que vemos a los libaneses como una amenaza para nosotros. Me preocupa más algún grupo ajeno al pueblo libanés, como Al Qaeda, que Hezbolá. Me cuesta creer que los libaneses vayan contra los países que estamos haciendo un gran esfuerzo para traerles la paz.

P. ¿Puede garantizar a los libaneses que no habrá otra invasión?

R. No soy adivino. Nadie está seguro de eso. Está en manos de las partes llegar a un acuerdo y cumplirlo.

P. ¿Puede defender a la población civil si es atacada?

R. Las reglas de enfrentamiento contemplan dar protección a la población civil en riesgo inminente. Es de ley, y no sólo la ley de FINUL, evitar que se cometan atrocidades contra la población.

P. En Sebrenica la ONU no fue capaz de impedir la matanza.

R. Yo creo que a la ONU se le echan responsabilidades que no le corresponden. Muchas veces somos los países los que no le damos los instrumentos necesarios para lidiar con estos conflictos.

P. Y si encuentran a un miliciano de Hezbolá armado, ¿cómo actuarán?

R. La orden es informar al Ejército libanés para que ellos le desarmen.

P. ¿No es frustrante venir aquí para ser relevado por la Legión en sólo mes y medio?

R. En absoluto. Tenemos asumido que nuestra misión es abrir camino.