"Por favor, ayúdeme porque estoy desesperada"

El secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, se topó ayer en la calle con un ejemplo del mal funcionamiento de la Generalitat que viene denunciando. Salía de las Cortes con el presidente del partido, Diego Macià, y otros diputados socialistas, donde habían discutido sobre la moción de censura contra el presidente Camps, cuando Amparo, funcionaria, de 27 años, lo abordó. "Por favor, ayúdenme como sea porque estoy desesperada", le dijo. Y luego se echó a llorar.

La empleada de Justicia le contó que se incorporó a un juzgado de Castellón a mediados de julio y que no ha visto un euro de...

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El secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, se topó ayer en la calle con un ejemplo del mal funcionamiento de la Generalitat que viene denunciando. Salía de las Cortes con el presidente del partido, Diego Macià, y otros diputados socialistas, donde habían discutido sobre la moción de censura contra el presidente Camps, cuando Amparo, funcionaria, de 27 años, lo abordó. "Por favor, ayúdenme como sea porque estoy desesperada", le dijo. Y luego se echó a llorar.

La empleada de Justicia le contó que se incorporó a un juzgado de Castellón a mediados de julio y que no ha visto un euro desde entonces. "Había hablado varias veces con la persona que lleva las nóminas, y me había dicho que no voy a cobrar este mes, ni el que viene. Que no voy a cobrar sine die".

La indeterminación en el tiempo fue demasiado para Amparo, que está casada y paga 800 euros al mes con su marido de hipoteca. El matrimonio ha tenido que separarse temporalmente. Cada uno se ha ido a vivir con sus padres porque no podían pagar "la luz, el agua, el teléfono, el gas, la comida, el ocio y además la hipoteca". "Un mes", continuaba, "le puede pasar a cualquiera. Y siempre hay alguien que te puede ayudar. Pero si es durante muchos meses pueden ponerte un procedimiento en el juzgado y te subastan el piso".

Cuando se cruzó con Pla, Amparo se dirigía a la dirección general de Justicia, que está en la calle del Historiador Chabás, detrás de las Cortes. "Iba a suplicarle al funcionario que por favor me pagase este mes, que hiciese lo posible para gestionarme mi expediente y darme de alta. Había pedido permiso e iba a suplicarle, literalmente".

Cuenta que Pla le dijo: "No te preocupes, que ahora nos sentamos tranquilamente y me lo explicas". Se sentaron en una cafetería. Ella pidió una infusión, Pla llamó a la consejería, y su caso pareció quedar solucionado. "Pero no sé qué va a pasar con los demás que están como yo", decía luego Amparo aliviada y un poco culpable.

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