Una exposición y un simposio evocan a Schönberg en La Pedrera
"Aquí nieva desde hace tres días: algo inconcebible para la gente; y ya tengo automáticamente todos los viejos males, aunque por suerte no tan fuertes: tos, fiebre, disnea", escribió el compositor Arnold Schönberg (Viena, 1874 - Los Ángeles, 1951) desde su casa de Barcelona el 13 de febrero de 1932 a su amigo el director de orquestra Hans Rosbaud. Los problemas de salud y los ataques de que eran objeto los judíos por parte de los nazis en Alemania, donde el compositor era profesor en la Escuela Prusiana de Artes, llevaron al padre del dodecafonismo a instalarse en octubre de 1931 en Barcelona,...
"Aquí nieva desde hace tres días: algo inconcebible para la gente; y ya tengo automáticamente todos los viejos males, aunque por suerte no tan fuertes: tos, fiebre, disnea", escribió el compositor Arnold Schönberg (Viena, 1874 - Los Ángeles, 1951) desde su casa de Barcelona el 13 de febrero de 1932 a su amigo el director de orquestra Hans Rosbaud. Los problemas de salud y los ataques de que eran objeto los judíos por parte de los nazis en Alemania, donde el compositor era profesor en la Escuela Prusiana de Artes, llevaron al padre del dodecafonismo a instalarse en octubre de 1931 en Barcelona, donde vivió nueve meses y donde nació su hija Nuria. Coincidiendo con el 75º aniversario de su estancia en la capital catalana, la Fundació Caixa de Catalunya evoca la figura del más influyente de los compositores del siglo XX con la exposición Schönberg-Barcelona, inaugurada ayer en La Pedrera, y un simposio internacional en el que, desde el 14 al 16 de septiembre, un grupo de expertos analizarán la obra, el pensamiento y la influencia del músico en Cataluña.
La exposición, de la que es comisario el compositor Benet Casablancas, acerca al visitante a la figura de Schönberg y su impacto en los compositores catalanes. Precisamente las opiniones de un grupo de músicos sobre el autor del Pierrot lunaire reciben al visitante en el espacio expositivo de L'Entresòl. La exhibición, de pequeño formato, combina información, que resume en seis apartados la trayectoria e influencia de Schönberg, con muestras de sus facetas como pintor -se exponen más de 200 cuadros-, como inventor de artilugios varios y juegos -bocetos para una máquina de escribir notas musicales o un tablero de ajedrez- y, por supuesto, como compositor -manuscritos de algunas de sus partituras, entre las que figura un fragmento del segundo acto de su ópera Moisés y Aaron, que concluyó durante su estancia en Barcelona-. La exposición, abierta al público hasta el 1 de octubre, también ilustra la estancia del compositor en Barcelona e incluye un audiovisual con imágenes de Schönberg en diversos periodos de su vida y un pequeño auditorio para escuchar algunas de sus composiciones más significativas.
El Simposio Internacional Arnold Schönberg reunirá en Barcelona a expertos internacionales en la obra del músico vienés y a compositores españoles que analizarán su obra y su influencia. La hija de Schönberg, Nuria, viuda del compositor italiano Luigi Nono, estará presente en el simposio y lo clausurará con una conversación-recital junto con el pianista Stefan Litwin.