La tormenta del martes destroza 3.000 hectáreas de frutales y olivos

La lluvia obligó a desviar 13 aviones de El Prat y desalojar un cámping en Cambrils

La tormenta de lluvia y granizo que afectó en la noche del martes la mayor parte de Cataluña originó numerosas inundaciones de sótanos y garajes y obligó a los Bomberos de la Generalitat a efectuar alrededor de 200 salidas. Casi 3.000 hectáreas de frutales y olivos en Tarragona y Lleida -2.500 en las comarcas del Alt Camp y el Baix Penedès- resultaron dañadas, según Unió de Pagesos. La lluvia obligó a desviar 13 aviones que tenían previsto aterrizar en el aeropuerto de El Prat y a desalojar un cámping en Cambrils.

La lluvia torrencial obligó a desviar 13 vuelos que se disponían a aterri...

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La tormenta de lluvia y granizo que afectó en la noche del martes la mayor parte de Cataluña originó numerosas inundaciones de sótanos y garajes y obligó a los Bomberos de la Generalitat a efectuar alrededor de 200 salidas. Casi 3.000 hectáreas de frutales y olivos en Tarragona y Lleida -2.500 en las comarcas del Alt Camp y el Baix Penedès- resultaron dañadas, según Unió de Pagesos. La lluvia obligó a desviar 13 aviones que tenían previsto aterrizar en el aeropuerto de El Prat y a desalojar un cámping en Cambrils.

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La lluvia torrencial obligó a desviar 13 vuelos que se disponían a aterrizar en el aeropuerto de El Prat. A partir de las diez de la noche y durante más de una hora, la tormenta se intensificó sobre las instalaciones aeroportuarias. Vuelos de las compañías Alitalia, Iberia, Easyjet y Vueling, entre otras, se desviaron a Girona, Reus, Valencia y Palma de Mallorca. Todos volvieron a Barcelona cuando mejoraron las condiciones meteorológicas, a excepción de un avión de Easyjet, que se mantuvo en Reus. En este caso los pasajeros fueron trasladados hasta El Prat en un autobús que fletó la compañía. AENA explicó ayer que el aeródromo se mantuvo abierto durante toda la noche. Sin embargo, en estos casos la decisión de aterrizar recae sobre el comandante del avión.

La tormenta también afectó al sistema de comunicaciones de la línea 4 de Cercanías de Renfe entre Els Monjos y Sant Vicenç de Calders desde las 21.00 horas del martes hasta las 3.00 de ayer. La avería influyó sobre cuatro trenes de Cercanías y dos de mercancías, que acumularon un máximo de una hora de retraso. Durante la noche del martes al miércoles los Bomberos de Barcelona acudieron a una cuarentena de avisos en la capital catalana.

Por su parte, los Bomberos de la Generalitat realizaron 115 salidas en la provincia de Barcelona, la mayoría para evacuar agua acumulada en sótanos, garajes, locales y en la vía pública. En Ullastrell (Vallès Occidental), dos mujeres tuvieron que ser desalojadas a las cuatro de la madrugada al ceder parte del techo de la vivienda en la que se encontraban, en la calle de Ridameya número 2. Una de ellas resultó herida leve.

En Artés (Bages), los cuatro residentes de un tercer piso en la calle de Doctor Ferrer Solervicens tuvieron que abandonar su vivienda el martes por la noche por el peligro de derrumbe del techo de una habitación. Por prevención también se solicitó a los inquilinos de toda la planta tercera que abandonaran el lugar. Los vecinos pudieron volver a sus casas ayer por la mañana, después de que el técnico municipal comprobó que la estructura del edificio se encontraba en buenas condiciones.

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Viñedos de Montsant

En Tarragona, más de 2.600 hectáreas de olivos, vid y frutos secos de las comarcas del Alt Camp y el Baix Penedès resultaron dañadas. El sindicato agrario Unió de Pagesos situó las pérdidas entre el 30% y el 50% en cifras globales, aunque en determinadas fincas de estas dos comarcas las pérdidas habrían alcanzado la práctica totalidad de unos cultivos que aún no se han recuperado de la sequía. Igualmente, en la zona limítrofe entre la Ribera d'Ebre y el Priorat el granizo dañó seriamente varias fincas de vid de la denominación de origen Montsant en las localidades de Els Guiamets y La Serra d'Almos.

"Ha sido nefasto. Hacía tiempo que no veíamos una granizada igual, sobre todo por la extensión afectada", decía ayer el coordinador territorial de Unió de Pagesos en el Camp de Tarragona, Josep Maria Coll. Los cálculos de este sindicato cifran en 2.000 las hectáreas dañadas en el Alt Camp y 600 en el Baix Penedès.

El temporal obligó a desalojar a 60 familias de un cámping de Mont-roig del Camp, que tuvieron que pasar la noche en un polideportivo municipal, a causa de la gran acumulación de agua.

En la provincia de Lleida, las esperadas lluvias ocasionaron cuantiosos daños en el Segrià y la zona limítrofe con Aragón. La tormenta, acompañada de pedrisco y viento, afectó a cerca de 500 hectáreas de frutales y olivos, de acuerdo con una primera evaluación del Departamento de Agricultura.

La Generalitat señaló que el temporal afectó a 496 hectáreas de cultivos, especialmente de melocotón, nectarina, pera, manzana y olivos. Algunas variedades estaban a punto de recolectarse y otras se hallan en una fase avanzada de esta campaña. Los términos municipales que han tenido más pérdidas han sido Massalcoreig, Serós, Aitona, Alcarràs, Alfarràs, Sarroca de Lleida, Montoliu de Lleida, Artesa de Lleida y Lleida.

Los daños serán mayores porque la fruta que el viento huracanado tiró al suelo no podrá comercializarse y se acabará pudriendo en los campos. Josep Cabré, responsable de la fruta del sindicato Unió de Pagesos, estima que el viento ha afectado al 20% de algunas variedades de pera, como la alejandrina, que es más sensible.

En Girona, las comarcas de la Selva, el Baix Empordà y el Ripollès resultaron las más afectadas por la tormenta. Los bomberos realizaron una docena de salidas a lo largo del martes y la madrugada del miércoles para atender pequeñas inundaciones de locales, bajos y aparcamientos.

Información elaborada por Oriol Aymí, Glòria Ayuso, Roger Cassany, Oriol Ponsatí-Murlà y Lluís Visa.

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