La prolongada sequía amenaza a miles de peces en los ríos de Lleida

La fauna fluvial autóctona de Lleida está seriamente amenazada por el calor y la falta de agua en algunos tramos de las cabeceras de los principales ríos que atraviesan la provincia de norte a sur, entre ellos el Segre, Noguera Pallaresa y Noguera Ribagorçana. La situación, más grave que otros años, ha obligado a colectivos de pescadores y a agentes de Medio Natural, organismo dependiente del Departamento de Medio Ambiente, a movilizarse para salvar a miles de peces de morir asfixiados en varios puntos.

Factores como la prolongada sequía, la falta de precipitaciones y un excesivo consum...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La fauna fluvial autóctona de Lleida está seriamente amenazada por el calor y la falta de agua en algunos tramos de las cabeceras de los principales ríos que atraviesan la provincia de norte a sur, entre ellos el Segre, Noguera Pallaresa y Noguera Ribagorçana. La situación, más grave que otros años, ha obligado a colectivos de pescadores y a agentes de Medio Natural, organismo dependiente del Departamento de Medio Ambiente, a movilizarse para salvar a miles de peces de morir asfixiados en varios puntos.

Factores como la prolongada sequía, la falta de precipitaciones y un excesivo consumo de agua para usos agrícolas e industriales, principalmente de las centrales eléctricas, ha originado una disminución preocupante del caudal que habitualmente suelen llevar los ríos leridanos. La situación es especialmente crítica en el Segre, entre los municipios de Artesa de Segre y La Seu d'Urgell, y en la cuenca del Noguera Pallaresa, donde el 90% de los afluentes tienen trechos prácticamente secos.

Los guardas fluviales ven con preocupación esta disminución brusca de caudales porque, de no llover en las próximas semanas, podría peligrar la fauna autóctona. Hasta la fecha se han efectuado cinco operaciones de salvamento de peces en los ríos Segre, Flamicell y Duran. Medio Ambiente ha anunciado para hoy un nuevo rescate de peces en el Segre a su paso por La Seu d'Urgell porque el caudal en ese punto es muy bajo, aunque no se ha informado del número de ejemplares que serán trasladados aguas arriba, donde puedan sobrevivir en condiciones favorables.

El bagre, la trucha, la madrilla y el barbo son algunas de las especies que se encuentran seriamente amenazadas por el descenso de caudal, que en muchos casos no alcanza el mínimo ecológico. Responsables de Medio Natural han alertado que algunas especies autóctonas pueden desaparecer si continúan secándose los ríos, y también por la competencia de otras especies exóticas reintroducidas que se adaptan mejor a las condiciones extremas.

200 peces muertos

Las operaciones de salvamento de peces suelen ser habituales, y este año la situación es similar a la que se vivió el año pasado. El poco caudal que baja en algunos tramos de río y las altas temperaturas comportan que los peces no tengan suficiente oxígeno para respirar, lo cual ocasiona su muerte por asfixia. La semana pasada aparecieron unos 200 peces muertos por este motivo en el Noguera Ribagorçana a su paso por la localidad de Corbins.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Por otra parte, la sequía sigue disminuyendo las reservas de agua en los pantanos de la cuenca del Ebro, donde esta semana son del 48,8%. Los 3.151 hectómetros cúbicos embalsados están por debajo de la media de los últimos cinco años en la primera semana del mes de agosto, que es de 3.365 hectómetros cúbicos.

Archivado En