Iberia intenta devolver 8.000 maletas a sus propietarios
La aerolínea ha doblado el personal encargado de distribuir los equipajes
El aeropuerto de Barcelona consiguió ayer recuperar cierta normalidad. A media tarde se habían realizado cerca del 70% de los vuelos programados. Estaba previsto el paso de más de 105.000 viajeros. Iberia, sin embargo, continuaba con su batalla particular: recolocar a los pasajeros que hasta ayer aún no habían podido viajar y gestionar la entrega de unas 8.000 maletas que se acumularon en El Prat.
Entre el domingo y ayer la compañía fletó siete camiones que trasladaron hasta Madrid entre 5.000 y 7.000 maletas, con el fin de distribuirlas desde este punto. Esta medida sirvió para descong...
El aeropuerto de Barcelona consiguió ayer recuperar cierta normalidad. A media tarde se habían realizado cerca del 70% de los vuelos programados. Estaba previsto el paso de más de 105.000 viajeros. Iberia, sin embargo, continuaba con su batalla particular: recolocar a los pasajeros que hasta ayer aún no habían podido viajar y gestionar la entrega de unas 8.000 maletas que se acumularon en El Prat.
Entre el domingo y ayer la compañía fletó siete camiones que trasladaron hasta Madrid entre 5.000 y 7.000 maletas, con el fin de distribuirlas desde este punto. Esta medida sirvió para descongestionar el aeropuerto de Barcelona, donde permanecieron otro millar. La compañía aseguró haber completado a última hora de ayer el envío de equipaje a todos los destinos nacionales y europeos, mientras que hoy se acabará de remitir el perteneciente a vuelos intercontinentales. Para agilizar estas tareas Iberia dobló su personal con un centenar de trabajadores de otros aeropuertos, mientras que la plantilla local realizó jornadas de hasta 14 horas. La compañía pagó las horas extras con cantidades superiores a las habituales.
La falta de equipaje fastidió a varias personas su viaje. Es el caso de Analia e Iván Damiani, que llegaron el sábado de Bolonia para pasar una semana de vacaciones en Barcelona. Desde entonces aún no han podido cambiarse de ropa. "Pedimos dinero para comprar lo indispensable, pero no nos han dado nada", se quejaba Iván. La pareja acudió al aeropuerto en cuatro ocasiones sin resolver su problema. "La semana que viene nos vamos a Formentera. ¿Tendremos nuestras maletas?", se preguntaba Analia.
Conchi Ruiz facturó su equipaje el viernes y ya no lo volvió a ver más. Su vuelo a Sevilla se anuló, al igual que el del sábado. Entonces Iberia les permitió ir a buscar su maleta. "Las cintas estaban a rebosar y nosotros teníamos que ir sacando las maletas de otras personas ausentes si queríamos que entraran más", explicó Ruiz. Entre el cúmulo de objetos vio a un perro medio asfixiado en una jaula. "Un policía trató de encontrar a sus dueños", comentó. Después de dos horas intentando sin éxito detectar sus pertenencias entre montañas de enseres se pasó otra hora y media en el mostrador de reclamación. Por su parte, Xavi facturó sus maletas el domingo y desde entonces no las ha vuelto a ver. Iberia canceló su vuelo a Viena. "Dicen que las encontraré allí", explicó con escepticismo. Iberia insistió en que no se trata de equipaje perdido, sino de maletas que no han viajado en los aviones que perdieron los usuarios y que llegarán tarde a su destino.
El origen de esta odisea es la pérdida por parte de Iberia de la licencia para prestar los servicios de tierra en El Prat, contrato que se han adjudicado ahora las compañías FCC (a través Flightcare), Spanair y Globalia, lo que hizo a la plantilla temer por sus puestos de trabajo. Este miedo no tiene ninguna razón de ser, según explicaron ayer fuentes de una de las nuevas compañías adjudicatarias. "La plantilla se subrogará a la nueva empresa que preste los servicios de handling y conservarán sus condiciones", señalaron, y aseguraron que ya preveían que Iberia se preste a sí misma sus servicios de tierra en Barcelona.
La aerolínea de bandera aseguró que en esta medida "no han tenido nada que ver las presiones" de los trabajadores, sino que este servicio le resulta rentable. Si Aena permite lo permite, más de la mitad de los 2.500 empleados de tierra de El Prat podrán seguir trabajando para Iberia.