Pacientes fieles al hospital público

Los madrileños son cada vez más fieles a su hospital público. Esta es la interpretación que se desprende de los últimos datos de la Consejería de Sanidad sobre las listas de espera en los hospitales públicos. De las 31.538 personas que aguardaban entrar en quirófano el pasado 30 de junio, más de una cuarta parte (un 26,8%) lo estaba por haber rechazado ser intervenido en una clínica concertada (privada pero financiada con fondos públicos) dentro del programa de reducción de la lista de espera que sigue la consejería. Este porcentaje es cuatro veces superior al de hace dos años.

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Los madrileños son cada vez más fieles a su hospital público. Esta es la interpretación que se desprende de los últimos datos de la Consejería de Sanidad sobre las listas de espera en los hospitales públicos. De las 31.538 personas que aguardaban entrar en quirófano el pasado 30 de junio, más de una cuarta parte (un 26,8%) lo estaba por haber rechazado ser intervenido en una clínica concertada (privada pero financiada con fondos públicos) dentro del programa de reducción de la lista de espera que sigue la consejería. Este porcentaje es cuatro veces superior al de hace dos años.

Todos estos enfermos prefirieron ser operados en su hospital, aunque esto les supusiera prolongar la espera entre dos y seis meses (4.779 personas), de seis meses a un año (46), o, en un caso, más de un año (ver cuadro).

El PSOE y UGT valoran los datos de otra forma. "No nos cabe ninguna duda del apego de los madrileños a sus hospitales", apuntan desde el PSOE regional. "Pero parece que este aumento espectacular se debe más a trucos de Sanidad para maquillar la lista de espera. Como excluye de la lista a los que rechazan operarse en una clínica privada, tiene una manera sencilla de reducirla: llamar a muchos enfermos, decirles que se tienen que operar la semana que viene en una clínica que ni conocen, e ir tachando a los que se niegan".

Sanidad siempre ha negado que esta práctica se lleve a cabo. Afirma que los pacientes que rechazan los centros privados pueden hacerlo "porque se trata de los casos menos graves y urgentes, en los que están en su derecho de esperar para ser operados en su hospital".

La Comunidad de Madrid asegura que "ningún ciudadano espera más de 30 días para ser operado en la sanidad pública", según repiten la presidenta regional, Esperanza Aguirre (que se comprometió a dimitir si no lograba este objetivo), y el consejero de Sanidad, Manuel Lamela.

Los datos oficiales de la propia consejería, sin embargo, indican que casi ningún paciente es operado antes de 30 días desde que su médico le comunicara que debía operarse. Para entender esta aparente contradicción hay que tener en cuenta la larga lista de variables y matizaciones que Sanidad introduce en la gestión de las listas de espera.

De los 35.158 enfermos que aguardan entrar en quirófano, Sanidad excluye a los 8.358 que declinaron ir a una clínica privada. Otros 12.100 (un 38,4% del total) tampoco están incluidos porque aún no les habían sido realizadas las pruebas del preoperatorio.

El resto, 11.080, tampoco entra en el quirófano en los 30 días que siguen a la noticia de que deben operarse, ya que Sanidad se da un plazo de un mes para que el enfermo sea visitado por el anestesista, momento hasta el cual no es incluido en la lista oficial de Sanidad. La Comunidad de Madrid ha sido excluida por este motivo del cómputo nacional de listas de espera que realiza el Ministerio de Sanidad.

PSOE y PP se enzarzaron ayer en un cruce de acusaciones en el que los socialistas acusan a Lamela de maquillar las listas y los populares al PSOE de manipular los "excelentes resultados" que está obteniendo el Gobierno regional en esta materia.