Candidatos a paso ligero
Ya están aquí los relevos, y las especies políticas en extinción no se resignan, y si se resignan, lo hacen con un esplín que para sí quisieran los novatos, cuando les llegue el turno. La vida del cargo público -salvo aquellos que le hacen novenas al Guinness- es efímera y azacanada: entra de la mano del pueblo y sale a puntapiés del pueblo. O sea, de la soberanía nacional. Pero la soberanía nacional, después de los mundiales y con estos calores, pasa de carteles electorales y de donde su cocinan unos programas que habitualmente ni se cumplen, ni siquiera sirven para abanicarse. A la soberanía...
Ya están aquí los relevos, y las especies políticas en extinción no se resignan, y si se resignan, lo hacen con un esplín que para sí quisieran los novatos, cuando les llegue el turno. La vida del cargo público -salvo aquellos que le hacen novenas al Guinness- es efímera y azacanada: entra de la mano del pueblo y sale a puntapiés del pueblo. O sea, de la soberanía nacional. Pero la soberanía nacional, después de los mundiales y con estos calores, pasa de carteles electorales y de donde su cocinan unos programas que habitualmente ni se cumplen, ni siquiera sirven para abanicarse. A la soberanía nacional, con posibles, - la otra es una soberanía nacional sin escuelas, sin salario y sin voz- prefiere un sombrajo y unos polos, a un cargo público en vísperas de cesantía, que aún ofrece un amplio muestrario de servicios a la patria.
Dicen que a Julio de España, que salta de la presidencia de las Cortes, le quedan arrestos para ejercer de alcalde de Alicante. Y el PP tiene de candidato, por un lado -el campista- a Díaz Alperi, quien cuenta con el placet de Valencia y de Madrid; y por otro, el que amuralla el ex ministro, a la diputada Macarena Montesinos, que ha recibido el espaldarazo de José Joaquín Ripoll, presidente provincial de los populares. La perspectiva es complicada. Primero, habrá que resolver entre Macarena Montesinos y Julio de España, ambos en el camarote del zaplanismo, y aquel de ellos que se alce con la victoria, tendrá que disputarle la cabecera a quien lleva ya tres mandatos al frente del Ayuntamiento y dispone de soportes sólidos. Sin ninguna duda, el PP sufrirá un desgaste muy considerable, en este proceso, que se presume a degüello.
Mucho más despejado se les presenta el panorama a los socialistas, particularmente, desde que ayer, Joan Ignasi Pla anunció, como estaba previsto, la propuesta de Etelvina Andreu, actual delegada del Gobierno en Alicante, como candidata a la alcandía, y de quien dijo que tenía juventud, condiciones y formación, que conocía la ciudad y que era muy capaz de desempeñar el cargo responsablemente. Además, el secretario general del PSPV-PSOE añadió que el próximo 29, saldrá la dirección de la agrupación alicantina y su secretario. Se está imprimiendo un ritmo acelerado a unas elecciones locales y autonómicas, cuando aún falta diez meses: hay prisas, aunque también debía de haber mucho respeto a los procedimientos democráticos.
En ese sentido, la tercera fuerza con presencia en el Ayuntamiento, EU cumplirá su calendario establecido, y el 23 de septiembre se reunirá el consejo político local, y el 30 celebrará asamblea en la que se concretarán, cuando menos, los cinco o seis primeros nombres de la candidatura. A pesar del silencio, se cuela, muy a su pesar, como cabeza de cartel,: José Antonio Fernández Cabello, coordinador de EU.
En cuanto a la coalición con el Bloc se dará probablemente en las Cortes, y no tanto en las grandes ciudades, eso es lo que dicen al cronista en Valencia. Otra legislatura horribilis sería como para hacer el petate.