"No haberte metido en mi casa"

Amanda Romero tiene 29 años, es abogada con despacho profesional en Málaga, donde reside. El sábado pasado acudió, junto con otro letrado, a la acción convocada por la Caravana Europea por la Libertad de Movimientos. "Es lo que se ha venido a llamar legal team, una asistencia que se presta a requerimiento de organizadores de acción sorpresa o manifestaciones por si hay detenciones o identificaciones", explicaba ayer desde Málaga Romero.

Ésta, junto con otros 56 detenidos, pasó dos días en el centro de la Verneda. "Ni yo ni el otro abogado entramos en el centro que fue obje...

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Amanda Romero tiene 29 años, es abogada con despacho profesional en Málaga, donde reside. El sábado pasado acudió, junto con otro letrado, a la acción convocada por la Caravana Europea por la Libertad de Movimientos. "Es lo que se ha venido a llamar legal team, una asistencia que se presta a requerimiento de organizadores de acción sorpresa o manifestaciones por si hay detenciones o identificaciones", explicaba ayer desde Málaga Romero.

Ésta, junto con otros 56 detenidos, pasó dos días en el centro de la Verneda. "Ni yo ni el otro abogado entramos en el centro que fue objeto de la acción. Nos quedamos fuera y hablamos con la policía en cuanto vinieron. Nos identificamos inmediatamente. Y no una vez sino bastantes porque no paraban de llegar policías -uniformados y de paisano- y no estaba claro quién era el mando. Después de un ir y venir de policías y de escuchar órdenes que parecían contradictorias, dijeron que todos se tenían que identificar y que tras eso quedarían en libertad. Y así se hizo, se quedaron los documentos de todos. Los nuestros también", explica. "Luego", añade, "nos hicieron pasar uno a uno al recinto contiguo y allí nos maniataron a la espalda y nos pusieron contra la pared a empujones".

Parecido trato del que recibieron, puntualiza la letrada, en las dependencias del centro de la Verneda: "Les insistimos en que éramos abogados, que estábamos ejerciendo profesionalmente y que eso les podía suponer un considerable lío. Pero nada, tampoco sirvió. En una de esas conversaciones, un policía zanjó: 'No haberte metido en mi casa". El centro en construcción de extranjeros de la Zona Franca está pegado a un acuartelamiento de la policía.

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