EE UU y Reino Unido investigan a British Airways por los recargos de los billetes

La aerolínea española Iberia asegura que las autoridades no le han solicitado información

El Departamento de Justicia de Estados Unidos, en una acción coordinada con la Oficina de Comercio Justo británica, está investigando a la aerolínea British Airways por las tarifas facturadas a los pasajeros y los recargos aplicados por el alza en el coste del carburante. American Airlines, socia de la compañía británica en la alianza OneWorld, también recibió un requerimiento por parte de las autoridades judiciales estadounidenses, pero ha declarado que no se le acusa de participar en un pacto ilícito. Iberia asegura que, de momento, no ha recibido ninguna solicitud de información.

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El Departamento de Justicia de Estados Unidos, en una acción coordinada con la Oficina de Comercio Justo británica, está investigando a la aerolínea British Airways por las tarifas facturadas a los pasajeros y los recargos aplicados por el alza en el coste del carburante. American Airlines, socia de la compañía británica en la alianza OneWorld, también recibió un requerimiento por parte de las autoridades judiciales estadounidenses, pero ha declarado que no se le acusa de participar en un pacto ilícito. Iberia asegura que, de momento, no ha recibido ninguna solicitud de información.

En un comunicado hecho público ayer, la aerolínea británica explica que la investigación se ciñe al precio que aplica a los billetes en sus vuelos comerciales de largo recorrido y, en concreto, al recargo por el alza en el precio del combustible. Como consecuencia de esta investigación, que tiene ramificaciones penales, el director comercial de la compañía, Martin George, y el de Comunicación, Iain Burns, fueron apartados de sus puestos temporalmente.

La aerolínea británica, tercera de Europa, empezó a aplicar a sus billetes en mayo de 2004 un recargo de 2,5 libras por trayecto, para compensar el alza en el precio del combustible. Esa especie de tasa se aumentó seis veces más, hasta tocar en abril pasado las 35 libras por trayecto en las rutas de largo recorrido, y de ocho libras para el resto.

British Airways insiste en que sus prácticas se ajustan "completamente a las leyes de la competencia" y se muestra dispuesta a cooperar con los investigadores. En caso de que sea considerada culpable por esta supuesta actividad de cartel, la compañía podría ser sancionada con una multa equivalente al 10% de su facturación mundial anual, que se estima en unos 12.300 millones de euros. Sus títulos se desplomaron ayer un 6,3% tras el anuncio.

Otras compañías

La aerolínea de bandera británica no es la única investigada por las autoridades reguladoras a ambas orillas del Atlántico, según se desprende del mismo comunicado, en el que no se mencionan otros nombres. American Airlines, su socia estadounidense en la alianza OneWorld y la mayor compañía aérea del mundo, admitió haber recibido una citación judicial de las autoridades reguladoras, pero asegura que no se le acusa directamente de nada. Iberia, que también integra esta alianza aérea, asegura que no ha recibido ninguna solicitud de información.

La aerolínea United Airlines afirma que los reguladores le han solicitado cooperar. Virgin Atlantic, una de las principales rivales de British Airways en la ruta transatlántica, dijo ayer que está al corriente del expediente y que está facilitando información a las autoridades reguladoras. La aerolínea controlada por el magnate Richard Branson evita sin embargo decir si es en calidad de sospechosa. Las autoridades reguladoras evitan dar detalles sobre la extensión de la investigación o sobre las empresas, e insisten en que el expediente está en una fase inicial. La Comisión Europea, por su parte, dijo ayer que no forma parte de este proceso lanzado por EE UU y Reino Unido. Los analistas del sector piensan que el hecho de que Bruselas esté al margen puede ser una indicación de que la investigación se ciñe exclusivamente a las rutas entre el aeropuerto Heathrow de Londres y el JKF en Nueva York, donde también operan Delta Airlines y Continental.

Las prácticas comerciales de British Airways están también bajo la lupa en el marco de otra investigación conjunta, en este caso en el negocio del transporte de mercancías. Fue iniciada en febrero pasado por el Departamento de Justicia y la Comisión Europea. La escandinava SAS, la francesa Air France y la alemana Lufthansa son algunas de las compañías europeas investigadas pero, de momento, no parece que sean objeto de la última acción por el presunto cartel en el precio de los billetes de pasajeros.

Aviones de British Airways en el aeropuerto londinense de Heathrow.AP

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