Piqué hace campaña por el 'no' en la fiesta del Rocío

El presidente del Partido Popular (PP) de Cataluña, Josep Piqué, acudió ayer a la fiesta del Rocío, que las hermandades andaluzas celebran en Cataluña desde hace más de 30 años en el cinturón de Barcelona. El acto de propaganda, que tuvo como marco un enorme descampado del término municipal de Montcada i Rexac, supuso la primera salida a la calle de la cúpula popular desde que empezó la campaña sobre el referéndum del Estatuto. Hasta ahora los conservadores han hecho campaña en hoteles de lujo y actos íntimos con militantes y simpatizantes.

Piqué se paseó ayer por la mañana por las cas...

El presidente del Partido Popular (PP) de Cataluña, Josep Piqué, acudió ayer a la fiesta del Rocío, que las hermandades andaluzas celebran en Cataluña desde hace más de 30 años en el cinturón de Barcelona. El acto de propaganda, que tuvo como marco un enorme descampado del término municipal de Montcada i Rexac, supuso la primera salida a la calle de la cúpula popular desde que empezó la campaña sobre el referéndum del Estatuto. Hasta ahora los conservadores han hecho campaña en hoteles de lujo y actos íntimos con militantes y simpatizantes.

Piqué se paseó ayer por la mañana por las casetas del Rocío catalán. Estuvo acompañado de la diputada del PP en el Parlament y concejal del Ayuntamiento de Montcada i Rexac, Eva García, de 34 años, bióloga reciclada para la política, quien, junto con su padre, Teodoro García, de 68, configuran el núcleo del PP más consolidado de la zona. Juntos, los tres dirigentes catalanes bebieron, bailaron y cantaron para hacer de vez en cuando declaraciones políticas reivindicando el no al Estatuto.

"Es Pepe", comentaban algunas mujeres al paso de Piqué, creando así la confusión entre el público, que no sabía a ciencia cierta si con esta exclamación certificaban la presencia de Pepe Piqué o simplemente constataban que reconocían a un dirigente del Pepé, sin conocer su nombre. Pero poco le importaban al líder conservador hipotéticas confusiones; su objetivo era claro: salir a la calle y estrechar la mano y hacerse la foto, en un clima propio y sin hostilidades.