Felipe González defiende la descentralización siempre que no se debilite el Estado

El ex presidente considera improbable que el PP se sume al acuerdo sobre el Estatuto

El ex presidente del Gobierno Felipe González y el periodista Iñaki Gabilondo acudieron ayer a Sevilla a dialogar sobre todos los asuntos que son prioritarios en la agenda política: desde la discusión sobre la esencia de lo que es España, hasta la inmigración, pasando por las reformas estatutarias o el alto el fuego de ETA. González defendió el proceso de descentralización de competencias siempre que no se debilite el papel del Estado. Asimismo, consideró improbable que el PP se sume al acuerdo para reformar el Estatuto de Andalucía y mostró cierta distancia con la expresión "realidad nacional...

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El ex presidente del Gobierno Felipe González y el periodista Iñaki Gabilondo acudieron ayer a Sevilla a dialogar sobre todos los asuntos que son prioritarios en la agenda política: desde la discusión sobre la esencia de lo que es España, hasta la inmigración, pasando por las reformas estatutarias o el alto el fuego de ETA. González defendió el proceso de descentralización de competencias siempre que no se debilite el papel del Estado. Asimismo, consideró improbable que el PP se sume al acuerdo para reformar el Estatuto de Andalucía y mostró cierta distancia con la expresión "realidad nacional", incluida en el preámbulo del texto. "No sé bien qué significa", dijo el ex presidente.

González y Gabilondo fueron los encargados de inaugurar el foro Diálogos para un siglo, organizado por el periódico El Correo de Andalucía en colaboración con la caja de ahorros El Monte. Ambos hicieron un chequeo a la actualidad política, incluyendo el debate esencialista sobre lo que es España.

En este sentido, Gabilondo recordó que en el debate sobre el estado de la nación han quedado meridianamente claras las diferentes formas de ver España que tienen el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del PP, Mariano Rajoy. González tildó de "banal" esta discusión y añadió: "Llevamos dos siglos discutiendo qué es España, dos siglos torturándonos con qué somos".

Tanto González como Gabilondo fueron críticos con el proceso de reforma del Estatuto de Cataluña. Para el periodista, ha sido "un desastre" y para el ex presidente, todo se hizo "mal, muy mal". En cualquier caso, González añadió que lo que verdaderamente le ha preocupado en los últimos meses ha sido el enfrentamiento interterritorial. También expresó su preocupación por la posibilidad de que las reformas estatutarias reglamenten "la vida de los ciudadanos" en exceso.

Ya casi al final del acto, González aseguró ayer que no identifica con claridad la "política territorial" del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, aunque añadió que esto le pasa desde 1999, cuando al frente del Ejecutivo estaba José María Aznar.

Gabilondo preguntó a González por el Estatuto andaluz y destacó que algunos lo "observan escandalizados" y otros consideran que es el "eslabón que garantiza la simetría" entre las autonomías.

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En este punto, González afirmó que no sabe bien "qué significa realidad nacional", expresión recogida en el preámbulo del proyecto de reforma que aprobó el Parlamento andaluz. Sobre el apoyo del PP al Estatuto de Andalucía, González hizo un juego de palabras. Afirmó que este apoyo es conveniente, pero no imprescindible y que es posible, pero no probable. De ahí, que auguró que los populares volverán a cometer el mismo "error" que cometió la derecha hace más de 25 años al desmarcarse del proceso estatutario de Andalucía. Un error, dijo, al que se va a sumar el PA.

González hizo una defensa encendida del Estado de las Autonomías diseñado por la Constitución de 1978 y añadió que en el actual proceso de reformas estatutarias es positivo que se descentralicen competencias siempre que las administraciones que las asuman presten mejor servicios al ciudadano y no se debilite el papel del Estado. "Si perdemos esa guía, vamos mal", dijo.

Durante el acto, el ex presidente afirmó que ésta es la mejor oportunidad para acabar con la violencia de ETA, aunque el proceso será difícil. El ex presidente hizo hincapié en que la Ley de Partidos, que permitió la ilegalización de Batasuna, ha funcionado, y que si Batasuna quiere volver a "participar en la vida política" tendrá que "denunciar y renunciar a la violencia".

Ante el alto el fuego, González recalcó que no cabe pagar precio político por el fin de la violencia. Tras mostrar Gabilondo sus dudas sobre la lealtad del PP en este asunto, González afirmó que hay una resistencia de este partido a que se acabe con el problema del terrorismo "si no lo hacen ellos". Y recordó que el Gobierno de José María Aznar negoció con ETA en 1999, aunque el PP reniegue ahora de esta negociación. Además, destacó que la posición del PP debilita al Gobierno socialista. Y recalcó que el PSOE en la oposición no hizo algo así.

El ex presidente aseguró que el PP ha optado por una "oposición destructiva", que sólo apuesta a que "el Gobierno pierda apoyos, no a ganarlos". En este sentido, dijo que el PP se "pasa siete pueblos todos los días" en el ejercicio de la oposición. González señaló que le desconcierta hablar del Gobierno de Zapatero, aunque recalcó el "rigor" con el que está cumpliendo su programa electoral.

González y Gabilondo fueron presentados por el director de El Correo de Andalucía, Antonio Hernández-Rodicio, quien destacó la aportación de cada uno en la política y el periodismo, respectivamente.

En el acto estuvieron entre otros, los consejeros de Presidencia, Gaspar Zarrías; Economía, José Antonio Griñán; de Empleo, Antonio Fernández; el director general de los medios escritos del Grupo PRISA, Jesús Ceberio, o el ex presidente de los empresarios Rafael Álvarez Colunga.

Los inmigrantes y la actitud de nuevo rico

Felipe González destacó que en el mundo actual hay libertad de movimiento de capitales o de estructuras empresariales, pero no de seres humanos. "El único factor que se quiere inmovilizar, porque da miedo, es el del trabajo". González hizo esta reflexión al hilo del debate sobre la inmigración, un asunto que está en la primera línea del debate político. El ex presidente recordó que España es un país en el que hay pocas familias que no conozcan qué es la emigración y, a continuación, señaló que le "repatea" la actitud de "nuevo rico" de muchos españoles que menosprecia a los inmigrantes. "Ruego un cambio de actitud", dijo González, quien añadió: "Si no hubiera trabajo que no queremos hacer nosotros no habría efecto llamada". Para el ex presidente, la inmigración es un asunto que "no tiene arreglo" y que "sólo se puede mitigar".

Además, animó a volcar la mirada hacia el otro lado del Atlántico. "No tenemos personal político suficiente dedicado a América Latina", dijo el ex presidente, que recordó los intereses españoles en la zona.

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