Chaves e Ibarra se ven en Zamora tras la polémica del Guadalquivir

Los presidentes de Andalucía, Manuel Chaves, y Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ambos socialistas, coincidirán hoy en Zamora, en una cumbre hispano-portuguesa, tras la polémica entre ambos Gobiernos autónomos por el Guadalquivir. El Ejecutivo andaluz sigue negociando con el Ministerio de Medio Ambiente una fórmula que garantice que Andalucía gestionará el río, como establece la reforma del Estatuto andaluz.

En las dos últimas semanas, el desencuentro entre los dos dirigentes socialistas ha sido notorio como consecuencia del rechazo de Rodríguez Ibarra a que Andalucía asuma com...

Los presidentes de Andalucía, Manuel Chaves, y Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ambos socialistas, coincidirán hoy en Zamora, en una cumbre hispano-portuguesa, tras la polémica entre ambos Gobiernos autónomos por el Guadalquivir. El Ejecutivo andaluz sigue negociando con el Ministerio de Medio Ambiente una fórmula que garantice que Andalucía gestionará el río, como establece la reforma del Estatuto andaluz.

En las dos últimas semanas, el desencuentro entre los dos dirigentes socialistas ha sido notorio como consecuencia del rechazo de Rodríguez Ibarra a que Andalucía asuma competencias exclusivas sobre la cuenca hidrográfica del Guadalquivir.

La cuenca de este río transcurre en un 90,2% por Andalucía, comunidad en la que nace y muere; un 7,13% por Castilla-La Mancha; un 2,45% por Extremadura y un 0,2% por Murcia.

La asunción de esta competencia se ha convertido en un símbolo para los partidos andaluces que aprobaron la reforma, PSOE e Izquierda Unida, aunque la redacción que hace el futuro Estatuto ha levantado ampollas en las comunidades por las que también transcurre la cuenca.

El conflicto subió de tono cuando Rodríguez Ibarra anunció el 18 de mayo, en la Asamblea de Extremadura, la presentación de un recurso de inconstitucionalidad contra el traspaso de la cuenca del Guadalquivir a Andalucía en caso de que prospere la actual redacción del Estatuto.

Los socialistas andaluces proclaman por tierra, mar y aire que la gestión del Guadalquivir es "irrenunciable" y que el futuro Estatuto respeta de forma escrupulosa las competencias estatales en los ríos intercomunitarios.

La reforma estatutaria andaluza contempla la reivindicación del Guadalquivir por dos vías. Primero, en el artículo 50, que dice que Andalucía tendrá "competencias exclusivas sobre la cuenca hidrográfica del Guadalquivir, sin perjuicio de la planificación general del ciclo hidrológico, de las normas básicas sobre protección del medio ambiente, y de las obras públicas hidráulicas de interés general".

Delegación o transferencia

La segunda vía es una disposición adicional, que alude al artículo 150.2 de la Constitución, que permite la delegación o transferencia a las comunidades autónomas de competencias estatales.

Los socialistas andaluces saben que durante su tramitación en las Cortes Generales, el Estatuto sufrirá algún ajuste en la redacción que se hace para que la Junta asuma las competencias del Guadalquivir, aunque subrayan que se mantendrá el espíritu de la demanda.

Fuentes del PSOE andaluz subrayan que ya se están buscando fórmulas con el Ministerio de Medio Ambiente para garantizar que Andalucía asumirá la cuenca y, a la vez, satisfacer las exigencias de Extremadura, Castilla-La Mancha y Murcia. En el caso de Extremadura, estas fuentes señalan que la dirección federal del PSOE ya ha comunicado a Rodríguez Ibarra por dónde puede ir el acuerdo definitivo. Esta semana, de hecho, el presidente extremeño ha suavizado su posición inicial.

En la cumbre hispano-portuguesa que se celebra hoy en Zamora, Chaves e Ibarra tendrán ocasión de abordar la polémica, aunque no esté en la agenda política de ambos dirigentes. Será la primera vez que los barones socialistas coincidan tras el revuelo causado en las últimas semanas.

La última propuesta que ha realizado el Gobierno andaluz para resolver el litigio consiste en desafectar (excluir de la cuenca) las ramblas del Guadalquivir que transcurren por las otras comunidades.