Entrevista:Estrategias - Goldman Sachs | JIM O'NEILL

"Brasil, Rusia, China y la India pueden superar al G-7"

Jim O'Neill es uno de los economistas más seguidos por la comunidad financiera. Economista jefe de Goldman Sachs desde septiembre de 2001, se labró justa fama de gurú de los mercados de divisas al predecir la apreciación del yen a mediados de los noventa y la caída del dólar a partir de 2004.

Su último mantra es que el futuro está en manos de los BRIC, término que ha acuñado para referirse a las cuatro economías en desarrollo más potentes: Brasil, Rusia, la India y China. "En los próximos 35 años esas economías podrían superar al G7 [Estados Unidos, Japón, el Reino Unido, Alemani...

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Jim O'Neill es uno de los economistas más seguidos por la comunidad financiera. Economista jefe de Goldman Sachs desde septiembre de 2001, se labró justa fama de gurú de los mercados de divisas al predecir la apreciación del yen a mediados de los noventa y la caída del dólar a partir de 2004.

Su último mantra es que el futuro está en manos de los BRIC, término que ha acuñado para referirse a las cuatro economías en desarrollo más potentes: Brasil, Rusia, la India y China. "En los próximos 35 años esas economías podrían superar al G7 [Estados Unidos, Japón, el Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y Canadá]", asegura.

Pregunta. ¿Es sostenible el crecimiento de los BRIC?

Respuesta. Sí. China y la India tienen un potencial mayor que Brasil y Rusia por el tamaño de sus poblaciones. En segundo lugar, esos países se benefician de una globalización que no existía en el pasado. Es el caso de la India y los servicios mundiales. En tercer lugar, Brasil es un país muy rico en algo que China necesita: materias primas.

"La economía española se beneficiará del tirón de la economía mundial a pesar de que se ralentice el mercado inmobiliario"

P. ¿Se está desarrollando una clase media en ellos?

R. En los próximos 20 años, el número de personas con un PIB per cápita de más de 15.000 dólares, que es lo que yo defino como clase media, será superior a la población de Japón. Así que, sí, en algunos BRIC ya está pasando. En Rusia, el desarrollo de la clase media es ya muy sólido.

P. ¿Hasta qué punto puede Europa defenderse de la globalización?

R. No puede. La única forma de defenderse es eliminar la globalización, algo que podría suceder si los líderes europeos se sienten presionados. Pero pondré dos ejemplos. Yo soy británico y hace 25 años no hubiéramos soñado con un cambio como el que se ha dado en la industria automovilística. En las décadas de los ochenta y los noventa se temía que, si se permitía la competencia, desaparecería el sector. Sucedió lo contrario. Hoy los datos demuestran que la producción automovilística más eficiente del mundo está en el norte de Inglaterra y es propiedad de una empresa japonesa. Alemania está asumiendo estos cambios y las empresas están llevando a cabo acuerdos salariales empresa por empresa y no a través de los sindicatos. España ha hecho un gran trabajo, pero Francia e Italia tienen que cambiar mucho.

P. ¿Hay todavía lugar para Europa como centro de producción en el mundo?

R. Sí, por ejemplo, en la industria automovilística se presumía que si se permitía la competencia desaparecería. Y eso no es cierto. En el sector textil, si las empresas se centran en productos de valor añadido no tendrán problemas. Pero cualquier industria que sea fácilmente replicable no podrá competir en precio. No tiene sentido.

P. ¿Puede China convertirse en un peligro?

R. Sí. Por tres vías. Su demanda de materias primas es tan grande que por eso el precio del crudo está subiendo. En segundo lugar, China es más tolerante con países que a Washington no le gustan. Por ejemplo, Irán, porque necesita su energía. El tercer gran problema es que a medida que la economía china crezca podría aumentar el malestar entre los propios chinos si ven que su vecino es más rico que ellos. Uno de los grandes retos de China es equilibrar la población rural con la urbana. En cuanto al yuan, creo que veremos una mayor apreciación, que debería ser gradual para que no haya un ajuste brusco.

P. ¿Qué se puede esperar de economías como la española, basadas principalmente en el sector inmobiliario y el consumo?

R. Es como un pequeño Estados Unidos. A una economía como la de España, a menos que algo vaya realmente mal, no le va a suceder nada malo. Si el mercado inmobiliario interno se ralentiza, el resto de la economía mundial ayudará y el comercio exterior español se beneficiará. Si México y Brasil siguen siendo estables, dados los lazos de España con Latinoamérica, será positivo para España. Sospecho que el mercado inmobiliario en España perderá fuerza a medida que el Banco Central Europeo (BCE) suba tipos.

Jim O'Neill.

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