Entrevista:CARLOS GAVIRIA | Candidato de la izquierda en las elecciones presidenciales de Colombia

"Tenemos espacios democráticos, pero ésta no es una sociedad democrática"

El senador Carlos Gaviria, de 69 años, candidato del Polo Democrático Alternativo (izquierda), es el único candidato que tiene una remota posibilidad de amargar la triunfal carrera hacia la reelección del presidente Álvaro Uribe en las presidenciales colombianas de mañana domingo. En tres meses, este abogado con un postgrado en Harvard, que fue magistrado del Tribunal Constitucional, ha tenido un ascenso sostenido en las encuestas, que le atribuyen hasta un 24% de la intención de voto. Con su aspecto bonachón y discurso didáctico, aspira a dar el campanazo en las urnas y forzar una segunda vue...

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El senador Carlos Gaviria, de 69 años, candidato del Polo Democrático Alternativo (izquierda), es el único candidato que tiene una remota posibilidad de amargar la triunfal carrera hacia la reelección del presidente Álvaro Uribe en las presidenciales colombianas de mañana domingo. En tres meses, este abogado con un postgrado en Harvard, que fue magistrado del Tribunal Constitucional, ha tenido un ascenso sostenido en las encuestas, que le atribuyen hasta un 24% de la intención de voto. Con su aspecto bonachón y discurso didáctico, aspira a dar el campanazo en las urnas y forzar una segunda vuelta.

Pregunta. ¿Qué mensaje ha querido transmitir con el lema de campaña "Una Colombia para mucho más que dos"?

"Lo que ha existido en Colombia es una especie de estrategia de simulación de la democracia para legitimar el ejercicio del poder"
"No voy a sentarme con la guerrilla, sino que abriré espacios de diálogo, que podría empezar con el objetivo de un acuerdo humanitario"

Respuesta. En Colombia hay espacios democráticos, pero ésta no es una sociedad democrática. Lo que ha existido es una especie de estrategia de simulación de democracia para legitimar el ejercicio del poder. La realidad es que Colombia tiene una pobreza del 65%, una miseria del 25% y es el tercer país más inequitativo de América Latina y el 11º del mundo. Por esta simulación de democracia, muchas decisiones han sido tomadas por muy poca gente. Una imagen ilustra esta afirmación: la foto de Uribe y Bush en el rancho de este último. Uno se pregunta, ¿estarán ultimando los aspectos del Tratado de Libre Comercio que afecta a la mayoría?

P. ¿Por qué los colombianos tienen que votar por usted, cuando el presidente Uribe ha logrado mejoras en la seguridad?

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R. Nosotros vemos un riesgo en esa especie de encandilamiento ante las propuestas del presidente Uribe en materia de seguridad. El conflicto tiene raíces, entre ellas la pobreza y la distribución injusta de la riqueza. Y resulta que la gente se lo está jugando todo a la cuestión de la seguridad. Nuestro punto de vista es que la sociedad colombiana es tan injusta que aunque no hubiera conflicto deberíamos ejercer el poder para superar estas carencias.

P. Usted propone un Acuerdo Nacional de Paz con la insurgencia. ¿Por qué puede tener éxito en lograr este objetivo si anteriores presidentes fracasaron en el intento?

R. El conflicto puede terminar por la vía del diálogo o por la vía militar. Cuando se habla de diálogo la gente tiene en mente el esquema del Caguán. Creo que allí no fracasó el diálogo con la guerrilla, sino un esquema muy improvisado y con el único deseo del presidente Pastrana de ganar las elecciones. Se hizo fotografías con comandante Marulanda, jefe de las FARC [Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia], dijo que había química entre ellos y, por lo tanto, terminaría con el conflicto en seis meses. Fracasó. El presidente Uribe ensayó la vía contraria: ganó las elecciones con la promesa de que derrotaría a la insurgencia en 18 meses. Vamos para los 48 meses, y la victoria se ve cada vez más lejos. Nosotros proponemos combatir las causas y crear un ambiente propicio para el diálogo. Hay que hacer esfuerzos para lograr la libertad de los secuestrados por la vía de un acuerdo humanitario. Para ello hay que reconocer que existe el conflicto para que el derecho internacional humanitario tenga vigencia en Colombia. Al mismo tiempo, hay que reconocer que la guerrilla ha incurrido en actos terroristas que merecen una sanción penal grave, y al mismo tiempo que es una fuerza insurgente, a la que como tal se puede convocar para dialogar con la mediación de la comunidad internacional.

P. Si es elegido presidente, ¿se sentará con la guerrilla para dialogar?

R. No voy a sentarme con la guerrilla, sino que abriré espacios de diálogo, que podría empezar por el objetivo de un acuerdo humanitario.

P. Usted habla de un acuerdo nacional de paz, ¿cómo?

R. Hay muchas de las reformas que nosotros proponemos que tendrían resistencia en el Congreso, de clara mayoría uribista. Tenemos que contemplar mecanismos de participación ciudadana y utilizar el referéndum, el plebiscito e incluyo la Asamblea Nacional Constituyente para lograr un acuerdo a favor de las reformas.

P. ¿Qué haría con el Tratado de Libre Comercio (TLC) que Colombia ha firmado con Estados Unidos?

R. El TLC tiene que ser aprobado por el Congreso para que se convierta en derecho interno. Yo invocaría el artículo 104 de la Constitución para convocar una consulta popular y que el pueblo decida si quiere que el tratado se someta a la aprobación de los parlamentarios.

P. ¿Coincide con quienes señalan que la guerrilla se ha convertido en un nuevo cartel por su vinculación con el narcotráfico?

R. Ésta es una interpretación que yo llamo de literatura de consolación, que sostiene que estos tipos ya no son guerrilleros sino un nuevo cartel. La realidad es que toda la sociedad colombiana está cruzada por el narcotráfico: guerrilla, paramilitares, la sociedad civil. Se han valido del narcotráfico para tener mejores fondos para la guerra. Confundirlos con un cartel me parece equivocado. Es cierto que las FARC cobran impuestos por la producción de droga y cuidan cultivos, pero no son un cartel.

P. ¿Cómo combatiría el narcotráfico?

R. Estamos en mora de empezar a discutir si las políticas internacionales para combatir el tráfico de droga son adecuadas. Desde hace tiempo la comunidad internacional ha reconocido que el camino para combatir la droga ha fracasado. Colombia tiene que empezar a agitar en los foros internacionales el debate sobre la despenalización de la producción, del comercio y el consumo de estupefacientes.

P. ¿Sintoniza políticamente con la corriente del llamado populismo triunfante en América Latina?

R. Creo que el término populista se utiliza de una manera peyorativa para describir propuestas atractivas que no son viables. El ejercicio del poder tiene que hacerse en beneficio de los excluidos y de los pobres para luchar por una sociedad más igualitaria. Nuestra propuesta es de izquierda y coincide con el propósito del ejercicio del poder que se viene haciendo en Venezuela, Chile, Uruguay, Brasil, Argentina, cada país con sus propias especificidades y el estilo personal de cada gobernante.

P. ¿Cree que las relaciones de Colombia con Chávez mejorarían si usted fuera presidente?

R. Creo que sí, pero no porque mi estilo sea parecido al de Chávez. Creo que Uribe y Chávez pueden entenderse perfectamente en un plano: el autoritarismo. Los dos buscan la reelección y están muy apegados al poder. Yo tengo un temple más democrático.

P. ¿Usted buscará la reelección si gana?

R. No, de ninguna manera.

Carlos Gaviria saluda a sus seguidores en un mitin en Bogotá.AP

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