Los jueces egipcios desafían al régimen autoritario de Mubarak

El intento de acallar las denuncias de fraude electoral reaviva las protestas de la oposición

Varios cientos de jueces, abogados y periodistas egipcios se manifestaron ayer en El Cairo para pedir que acabe la interferencia del Gobierno del presidente Hosni Mubarak en el poder judicial, una de las exigencias clave del Movimiento por el Cambio, más conocido como Kifaya (Basta). El intento gubernamental de acallar a dos jueces que denunciaron irregularidades en las elecciones del año pasado ha reactivado las protestas de la oposición.

Las de ayer, que coincidían con el aniversario de una manifestación brutalmente disuelta hace un año, concluyeron con una decena de detenciones. Unas...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Varios cientos de jueces, abogados y periodistas egipcios se manifestaron ayer en El Cairo para pedir que acabe la interferencia del Gobierno del presidente Hosni Mubarak en el poder judicial, una de las exigencias clave del Movimiento por el Cambio, más conocido como Kifaya (Basta). El intento gubernamental de acallar a dos jueces que denunciaron irregularidades en las elecciones del año pasado ha reactivado las protestas de la oposición.

Las de ayer, que coincidían con el aniversario de una manifestación brutalmente disuelta hace un año, concluyeron con una decena de detenciones. Unas 600 personas han sido detenidas en el último mes.

"¡Viva la justicia!", se leía en las insignias que portaban los tres centenares de jueces concentrados en silencio ante el Tribunal Supremo. Es la primera vez que las autoridades han permitido una manifestación ante esa magistratura, a condición de que no hubiera eslóganes ni pancartas. De hecho, la Ley de Emergencia, instaurada tras el asesinato del presidente Anuar el Sadat en 1981 y extendida por otros dos años el pasado abril, les sirve de coartada para prohibir cualquier protesta. Kifaya rompió ese tabú el año pasado y en el último mes ha organizado tres manifestaciones en apoyo a los jueces, convertidos en símbolo de las reivindicaciones democráticas en Egipto.

"Apoyamos a los jueces porque queremos estar protegidos por la ley, no por la policía", declaró George Ishaq, portavoz de Kifaya, que destacó el mal trato recibido por los detenidos en las últimas protestas. "Esta respuesta y el apoyo recibido constituyen un honor", manifestó por su parte Mahmud Mekki, uno de los dos jueces interrogados por una comisión disciplinaria el jueves pasado. Mekki fue absuelto, pero a Hisham al Bastawisi, que se encuentra de baja tras haber sufrido un ataque al corazón, se le ha castigado anulando su próxima promoción.

A continuación, los magistrados marcharon hasta la vecina sede de su asociación, el llamado Club de los Jueces, donde mantuvieron una asamblea. "El Gobierno ha cargado las elecciones a nuestras espaldas y así puede curarse en salud diciendo que nosotros las supervisamos, pero ¿cómo podemos supervisar nada si no tenemos independencia?", se quejó el presidente de la asociación, Zakaria Abdelaziz. Los jueces denuncian que el Ministerio de Justicia usa sus salarios y promociones de forma discrecional.

Un número de policías muy superior al de manifestantes, y que bloqueó el tráfico del centro de la ciudad desde media mañana, impidió que se unieran a ellos los dos centenares de abogados y periodistas que protestaban a las puertas de la Asociación de la Prensa, en la misma manzana. Tres periodistas y un abogado que revelaron el fraude electoral están también detenidos, acusados de difamar al jefe de una comisión electoral local y de publicar los nombres de los jueces supuestamente implicados en la falsificación de votos, la famosa lista negra.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

"La reforma política no es posible sin libertad de prensa e independencia judicial", rezaba una gran pancarta en las escaleras de la asociación. Armados de altavoces, los manifestantes coreaban eslóganes contra el ministro de Interior y los agentes de la seguridad que se infiltran en sus protestas y agreden a los participantes. En las proximidades, grupos de policías de paisano esperaban en formación la orden para intervenir.

"Son peores que los antidisturbios", explicaba Mohamed Charqawi, un joven periodista que fue detenido el pasado 24 de abril cuando tomaba fotos para su blog (http://www.speaksfreely.net) y ha permanecido en la cárcel hasta el miércoles. Charqawi, que fue detenido junto a otros 11 manifestantes, cuenta que fue arrastrado y mantenido en el suelo durante un cuarto de hora antes de que le subieran al furgón policial. "Me acusaron de posesión de arma blanca y de golpear a dos agentes de seguridad, y no era en absoluto cierto", relata.

Charqawi volvió a ser detenido ayer durante la protesta ante la Asociación de la Prensa junto con otras cinco personas. Cuatro más fueron arrestadas cuando se dirigían a otra manifestación por la tarde que fue impedida por el fuerte despliegue policial.

Manifestantes frente a la sede de la Asociación de la Prensa, ayer en El Cairo.EFE

Sobre la firma

Archivado En