Las obras del intercambiador de la plaza de Castilla obligan a retirar 11 árboles

La calle de Luis Esteban, cercana a la madrileña plaza de Castilla, amaneció ayer sin 11 árboles de, al menos, 40 años. Siete de ellos fueron talados y otros cuatro han sido trasplantados a un vivero de Vicálvaro.

La retirada de los árboles se produjo el pasado sábado como consecuencia de las obras para conectar el intercambiador de la plaza de Castilla y el bypass norte de la M-30, obras que dependen respectivamente de la Comunidad y del Ayuntamiento de Madrid.

Una vez arrancados los 11 ejemplares, los operarios taparon con un montón de tierra los troncos de los árboles,...

La calle de Luis Esteban, cercana a la madrileña plaza de Castilla, amaneció ayer sin 11 árboles de, al menos, 40 años. Siete de ellos fueron talados y otros cuatro han sido trasplantados a un vivero de Vicálvaro.

La retirada de los árboles se produjo el pasado sábado como consecuencia de las obras para conectar el intercambiador de la plaza de Castilla y el bypass norte de la M-30, obras que dependen respectivamente de la Comunidad y del Ayuntamiento de Madrid.

Una vez arrancados los 11 ejemplares, los operarios taparon con un montón de tierra los troncos de los árboles, que tenían un diámetro de unos 60 centímetros. Además, dejaron uno tirado en medio de la calle. Los vecinos se quejaban de la "premeditación y alevosía" con la que habían actuado los responsables. "El día anterior vallaron la calle, pero sin explicar por qué, como suelen hacer en otras ocasiones", decía otra vecina.

José Manuel Pradillo, gerente del Consorcio de Transportes, organismo responsable de las obras, aseguró que los siete talados padecían una enfermedad por la que el trasplante era imposible. Por el contrario, los vecinos afirmaban que los árboles, con una altura equivalente a una casa de cuatro pisos, gozaban de "excelente salud". "Acaba de llegar la primavera y ya estaban verdes", esgrimía Victoria, residente en la calle desde 1968.

Los vecinos denuncian que la cercana calle de San Aquilino ha perdido en los últimos meses decenas de ejemplares como consecuencia de las obras de la Comunidad de Madrid. La presidenta regional, Esperanza Aguirre, afirmó la semana pasada que mientras siguiera en el cargo no se cortaría ni un árbol más.