El número de camas para enfermos críticos está por debajo de lo recomendado

La Consejería de Sanidad alega que tiene previsto aumentar los recursos

El índice de camas dedicadas a cuidados críticos es "claramente inferior" al recomendado, según un informe elaborado por el grupo socialista de las Cortes valencianas que coincide con las valoraciones expresadas por los especialistas en el Congreso de la Sociedad Valenciana de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias celebrado recientemente. La Consejería de Sanidad señala que aumentará los recursos.

En los grandes hospitales la tasa de camas de críticos respecto al total, según las recomendaciones de las sociedades científicas, debe estar en el 7% y se encuentra en el 4,64%. E...

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El índice de camas dedicadas a cuidados críticos es "claramente inferior" al recomendado, según un informe elaborado por el grupo socialista de las Cortes valencianas que coincide con las valoraciones expresadas por los especialistas en el Congreso de la Sociedad Valenciana de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias celebrado recientemente. La Consejería de Sanidad señala que aumentará los recursos.

En los grandes hospitales la tasa de camas de críticos respecto al total, según las recomendaciones de las sociedades científicas, debe estar en el 7% y se encuentra en el 4,64%. En los centros de tamaño intermedio la recomendación está situada entre 5% y 6% (pese a ser del 4,57%) y en los pequeños del 4% (está en el 3,5%).

El estudio considera como camas de críticos las de reanimación, es decir, en las que se ingresa a los pacientes para recuperarse después de haber sido intervenidos; las camas coronarias para personas que, por ejemplo, han sufrido una cardiopatía isquémica y las destinadas a cuidados intensivos, grupo polivalente que incluye enfermos críticos, posquirúrgicos, coronarios, pero también politraumatizados.

Se trata de recursos importantes y cuya falta deriva en importantes problemas en el funcionamiento. Un ejemplo son los traslados en unidades de vigilancia intensiva móviles -entre la misma ciudad o interprovinciales- que tienen lugar cuando en un hospital no hay una cama de críticos. Pero además, la ausencia de camas provoca atascos en la lista de espera quirúrgica, al ser necesarias camas libres de reanimación para la recuperación del recién operado, retrasos en ingresos y suspensión de intervenciones e incluso altas prematuras para dejar recursos libres.

Analizadas globalmente, "tanto el porcentaje de camas de críticos respecto al total de camas hospitalarias (4,06%), como el número de camas de críticos por 100.000 habitantes (con una tasa de 7,57) son claramente inferior a los recomendados". Por provincias, "Castellón es la peor parada", con una cobertura de 3,46%, frente a un 4,04% de Alicante y un 4,2% de Valencia.

La diputada socialista María José Mendoza destaca casos particulares como el del hospital de Vinaròs, que pese a no situarse en unas cifras especialmente negativas (4%) "tiene una población muy envejecida y está en unos índices de ocupación que rondan el 100% por lo que constantemente desplaza pacientes al hospital de Castellón". Centros especialmente mal dotados son el hospital Arnau de Vilanova de Valencia (1,99%) o Verge dels Llíris de Alcoi con un 2,13%, ambos hospitales menores.

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"Estos datos ponen de manifiesto la precariedad de la atención a los pacientes en cuidados intensivos en el País Valenciano", comenta Mendoza, "y es un reflejo de que no se han priorizado de forma clara las necesidades básicas de los ciudadanos al haber optado por lo más fácil y menos costoso", como la cirugía menor ambulatoria o la hospitalización a domicilio, en lugar de potenciar los cuidados críticos.

En un sentido similar se expresaron en marzo médicos y especialistas de intensivos reunidos en el 28 Congreso de la Sociedad Valenciana de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias que reunió en Vila-real a 120 profesionales. Los asistentes destacaron tanto el "déficit de camas" como de recursos, así como el riesgo que supone el traslado de pacientes en situación crítica entre hospitales por la falta de camas.

La Consejería de Sanidad sostiene que no existe una saturación del servicio, ya que el índice de ocupación medio es del 83%. Además, eleva el número de camas a 610 frente a las 355 del estudio. Mientras el número de camas de reanimación y de cuidados intensivos son similares, la consejería añade 305 correspondientes a "camas de críticos". Fuentes del departamento que dirige Vicente Rambla indican que está previsto ampliar en 14 camas la provincia de Castellón, 60 en Alicante y un centenar en Valencia entre UCI y despertar posquirúrgico.

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