Análisis:ESTA SEMANA

Falta de colaboración

Mientras se producían los primeros ingresos en prisión de los implicados en la Operación Malaya, dejando en precario la gobernabilidad del Ayuntamiento de Marbella, el presidente del PP, Javier Arenas se aferraba a su negativa a consensuar la creación de una comisión gestora que se hiciera con el control de dicho consistorio hasta la llegada de las próximas elecciones municipales. Reclamaba comicios anticipados con la seguridad de que serían ganados por ellos, y sin dar así tiempo al PSOE a lanzar su candidatura en torno a Paulino Plata. A pesar de que la sociedad reclama a las principa...

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Mientras se producían los primeros ingresos en prisión de los implicados en la Operación Malaya, dejando en precario la gobernabilidad del Ayuntamiento de Marbella, el presidente del PP, Javier Arenas se aferraba a su negativa a consensuar la creación de una comisión gestora que se hiciera con el control de dicho consistorio hasta la llegada de las próximas elecciones municipales. Reclamaba comicios anticipados con la seguridad de que serían ganados por ellos, y sin dar así tiempo al PSOE a lanzar su candidatura en torno a Paulino Plata. A pesar de que la sociedad reclama a las principales fuerzas políticas un mínimo consenso para sacar del atolladero en el que se encuentra a este municipio, los populares han articulado un discurso descaradamente partidista. Quieren sacar provecho y desgastar al máximo al PSOE en este asunto, obviando, además, las relaciones que ellos han mantenido con el GIL, formación con la que co-gobiernan en el ayuntamiento de Ronda, por ejemplo, o con insignes ex militantes de esta formación como es el caso del alcalde de La Línea, Juan Carlos Juárez.

Y no sólo no ofrecen una salida acordada entre todos a este embrollo sino que, además, agudizan su rechazo a que la Junta retire las competencias urbanísticas a este municipio. Una medida que cobra más valía aún si se tienen en cuenta los acontecimientos que se están viviendo. Pero ni por esas van a conseguir desistir a la administración autonómica de sus planes. Esta semana, decidirán la disolución de la corporación, medida que se vería facilitada, desde luego, si se logra, también, que los demás concejales que han quedado al margen de la investigación judicial presenten su dimisión. Se daría paso de esta forma a la creación de una comisión gestora que ha de ser equilibrada y neutral hasta agotar el mandato. Es el camino que marca el sentido común y la legislación vigente. Todo lo demás, son ganas de enredar y no querer encontrar una solución efectiva al problema.

Parece que a los populares les va la inestabilidad de nuestras instituciones locales, máxime si se tiene en cuenta con la pasión que se han entregado a la configuración de mociones de censura aprovechándose de los tránsfugas, tal y como ha ocurrido en el municipio onubense de Beas, en donde han secundado una operación para que el PSOE pierda la alcaldía. También, lo han intentado en El Puerto de Santa María, con la vista puesta, incluso, en el control de la Diputación Provincial de Cádiz. La jugada no les ha salido bien, pero el mismo Antonio Sanz, reconoce que va a emplear estos días en tratar de fraguar una actuación conjunta con el resto de fuerzas políticas para arrebatar el control de esta institución provincial a los socialistas. El mismo Arenas ha estado en la cocina de esta jugada que, de momento, ha fracasado.

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