Camps justifica su pasividad ante las denuncias de corrupción por respeto a la presunción de inocencia

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, justificó ayer su pasividad ante las denuncias de corrupción que afectan a altos cargos del PP por respeto a la presunción de inocencia. Camps, interpelado en la sesión de control de las Cortes por los escándalos que sacuden su partido, puso en duda la labor de la Fiscalía y acabó exigiendo explicaciones a la oposición, a la que conminó a disculparse por "manchar" la imagen de la Comunidad Valenciana. Durante la sesión, el jefe del Consell también propuso a los socialistas colaborar para reclamar un plan de seguridad al Ministerio del Interior....

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, justificó ayer su pasividad ante las denuncias de corrupción que afectan a altos cargos del PP por respeto a la presunción de inocencia. Camps, interpelado en la sesión de control de las Cortes por los escándalos que sacuden su partido, puso en duda la labor de la Fiscalía y acabó exigiendo explicaciones a la oposición, a la que conminó a disculparse por "manchar" la imagen de la Comunidad Valenciana. Durante la sesión, el jefe del Consell también propuso a los socialistas colaborar para reclamar un plan de seguridad al Ministerio del Interior.

El presidente se ofrece a construir casas-cuartel y comisarías para el Ministerio del Interior

Tres argumentos tiene Francisco Camps para no adoptar ninguna decisión frente a las denuncias que involucran a altos cargos del PP: la presunción de inocencia que tiene todo ciudadano hasta que no es declarado culpable; la existencia de una Administración de Justicia y la actitud de la oposición parlamentaria que presenta una relación de titulares relacionados con altos cargos del PP pero no de sus propios partidos.

Camps puso también en cuestión la labor de la Fiscalía al afirmar que el Ministerio Público "lleva ante el juez unos titulares y no otros". Con este argumentario, el presidente de la Generalitat logró evitar que el debate parlamentario se centrase en el caso Fabra, la imputación del alcalde de Torrevieja, la sucesión de escándalos registrados en el Ayuntamiento de Orihuela -con un alcalde que conduce coches de lujo y vive en un gran chalet que están a nombre de distintos constructores-, o las actuaciones de altos cargos de las consejerías de Territorio y Agricultura.

El secretario general del PSPV y portavoz socialista, Joan Ignasi Pla, advirtió a Camps que él no estaba hablando de titulares, sino de hechos objetivos con diligencias abiertas en los juzgados y exigió al presidente de la Generalitat "respuestas políticas ejemplares". "Sé que es duro tomar decisiones porque hablamos de personas pero hay que tomarlas", sentenció Pla, que se puso como ejemplo para señalar que había suspendido de militancia al alcalde de Zarra tras ser acusado de varios delitos hasta que se aclare el proceso judicial. El dirigente socialista prometió a Camps el apoyo institucional del PSPV allí donde el PP aparte a sus cargos implicados en casos de corrupción. Oferta que tuvo como réplica el clásico y tu más y una nueva apelación al derecho a la presunción de inocencia por parte de Camps.

Al final del debate, los populares se vanagloriarían de haber amansado la réplica de Pla mediante una conversación entre el portavoz del Consell, Esteban González Pons, y el portavoz adjunto del PSPV, Antoni Such, acerca del riesgo de poner el ventilador en marcha.

Tras el debate entre Camps y Pla, llegó el cruce de espadas entre el popular y el portavoz de Esquerra Unida-L'Entesa, Joan Ribó. Este fue un enfrentamiento áspero, propio de dos que cada vez se soportan menos y que no lo ocultan. Ribó recordó que solo hacía 16 días que había interpelado al jefe del Gobierno valenciano por la corrupción y desde entonces habían sido citados a declarar cuatro ex ministros de Aznar por el caso Fabra y los escándalos de Orihuela ocupaban páginas y páginas todos los días. "Son un fenómeno, ¿cómo puede ser que en tan poco tiempo acumule tantos casos de corrupción?", dijo Ribó.

Camps salió a la tribuna con cara de pocos amigos y volvió a esgrimir una sentencia en la que se condenaba a Ribó y a su partido a pagar las costas de un pleito interpuesto contra José Emilio Cervera, consejero de Sanidad con Zaplana por una actitud temeraria en la acusación. Además, Camps exigió a Ribó que dijera de dónde había salido el dinero para pagar los 3.000 euros de las costas. Ribó, lejos de achantarse, apretó más fuerte y aceptó responder a cambio de que Camps desvelase de quién es la cuenta en la que se pagaron los 1.000 millones del contrato de Julio Iglesias. Y luego sentenció: "El día que metan en la cárcel a una persona de su partido le pediremos la dimisión porque no ha hecho los deberes". Momento en el que presidente de la Generalitat cerró el debate con un: "Usted lidera a un grupo de personas que lo que pretenden es manchar constantemente a la Comunidad Valenciana porque le duele el crecimiento y la prosperidad que tenemos".

Por otra parte, en los primeros compases de la sesión, Camps anunció que ofrecerá al Ministerio del Interior autorización para que la Generalitat construya casas-cuartel y comisarías a cambio de que se aumenten los agentes de las fuerzas de seguridad del Estado.