Reportaje:

Nuadibú se prepara para recibir a los 'sin papeles'

Mauritania quiere transformar el centro de acogida en otro de retención

El destacamento del Ejército enviado por el Gobierno español a Nuadibú para transformar un colegio en desuso en centro de acogida de inmigrantes sin papeles daba ayer los últimos retoques a su trabajo, realizado en sólo tres días. Sin embargo, las fuerzas de seguridad mauritanas no están satisfechas con el resultado. Responsables policiales del país magrebí han solicitado un incremento de las medidas de seguridad (muros más altos coronados por concertinas) que convertirían de hecho la instalación en un centro de retención. España ha rechazado sus sugerencias.

Los militares han culminado...

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El destacamento del Ejército enviado por el Gobierno español a Nuadibú para transformar un colegio en desuso en centro de acogida de inmigrantes sin papeles daba ayer los últimos retoques a su trabajo, realizado en sólo tres días. Sin embargo, las fuerzas de seguridad mauritanas no están satisfechas con el resultado. Responsables policiales del país magrebí han solicitado un incremento de las medidas de seguridad (muros más altos coronados por concertinas) que convertirían de hecho la instalación en un centro de retención. España ha rechazado sus sugerencias.

Los militares han culminado su tarea en un tiempo récord. Ayer habían limpiado y pintado las viejas aulas, desplegado 16 grandes tiendas de campaña y montado 350 literas para albergar a los inmigrantes que serán repatriados desde Canarias en los próximos días. Otras tres tiendas unidas estaban siendo acondicionadas como comedor, y tres más como baños, retretes y lavaderos. Se trata de una instalación provisional, hasta que, dentro de 10 días, terminen las obras para hacer una fosa séptica y puedan habilitarse los baños y los retretes definitivos.

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Las fuerzas de seguridad mauritanas solicitaron a la delegación española que elevara considerablemente el muro de dos metros que rodea el antiguo colegio y lo coronara con una concertina, según confirmó a EL PAÍS un miembro de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI). Los españoles accedieron a aumentar la altura de la tapia, aunque sólo en 60 centímetros, y sustituyeron la verja de entrada por un doble portón de hierro, pero rechazaron instalar alambradas o concertinas en la parte superior. "La elevación del muro es para preservar la intimidad de los inmigrantes. No parece lógico que los chavales de los alrededores puedan subirse a él para observar lo que sucede en el centro, como hacen ahora", explicó el funcionario de la AECI. "En cuanto a las alambradas, hemos rechazado la idea, porque nosotros hemos venido a levantar un centro de acogida, no de internamiento".

La preocupación de las autoridades mauritanas por la seguridad del lugar no es caprichosa. Un mando policial explicó que, tal y como está ahora el perímetro, cualquier inmigrante podrá saltarlo, mezclarse con la población senegalesa o maliense de la zona y evitar su repatriación. "A los dos días, podemos tenerlo otra vez en una lancha rumbo a Canarias".

Aunque los funcionarios de la AECI se muestran firmes respecto al carácter humanitario de su misión, admiten de forma implícita que es muy probable que los mauritanos impongan sus criterios cuando el centro pase a sus manos. "No podemos saber lo que harán aquí cuando nos vayamos, dentro de un mes".

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Miembros del Cuerpo de Ingenieros del Ejército levantan el centro de acogida para inmigrantes en Nuadibú.ULY MARTÍN

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