Los consejos de veguerías sustituyen a las diputaciones provinciales en Cataluña

Una de las reivindicaciones históricas del catalanismo, la supresión de las diputaciones provinciales, dio ayer uno de los avances más grandes que nunca había conseguido. La Comisión Constitucional que debate la reforma del Estatuto catalán instituyó, en los artículos 90 y 91, la veguería como "ámbito territorial específico para el ejercicio del gobierno intermunicipal de administración local". Y aprobó también que esta nueva institución, que será al mismo tiempo la división territorial para los servicios de la Generalitat, será gobernada por el Consejo de Veguería en sustitución de la Diputac...

Una de las reivindicaciones históricas del catalanismo, la supresión de las diputaciones provinciales, dio ayer uno de los avances más grandes que nunca había conseguido. La Comisión Constitucional que debate la reforma del Estatuto catalán instituyó, en los artículos 90 y 91, la veguería como "ámbito territorial específico para el ejercicio del gobierno intermunicipal de administración local". Y aprobó también que esta nueva institución, que será al mismo tiempo la división territorial para los servicios de la Generalitat, será gobernada por el Consejo de Veguería en sustitución de la Diputación Provincial. De esta forma se puso un punto y aparte en un debate que los detractores de la división provincial de 1833 iniciaron hace más de un siglo.

La previsión de los partidos catalanes es crear siete veguerías donde ahora hay cuatro diputaciones provinciales, aunque sobre este particular hay un vivo debate. Si embargo, la alteración de los actuales límites provinciales que deba producirse para llevar a cabo esta ampliación se llevará a cabo a través de una ley orgánica, en las Cortes Generales. En todo caso, las provincias continúan siendo el ámbito territorial de la Administración central del Estado para sus fines propios y también el ámbito de las circunscripciones electorales.

Este fue uno de los puntos conflictivos en el debate del Título II del Estatuto, que trata sobre las instituciones de la Generalitat. Contó con el voto en contra del PP, a pesar de que, como les recriminó el diputado socialista Joan Ferran, fue el único que tuvo su apoyo en el Parlamento catalán. Otro de los puntos calientes en este debate fue el relativo al Síndic de Greuges, de cuyas funciones el PP sostiene que invaden el ámbito del Defensor del Pueblo.