Solteros y parejas sin hijos compran la comida más cara
El nuevo modelo social se empieza a reflejar en la cesta de la compra de los españoles. Los llamados hogares emergentes, es decir, los formados por solteros, parejas sin hijos y familias monoparentales, tienen unos hábitos de consumo muy distintos de los de la familia tradicional: comen más fuera de casa; les gustan las marcas, la calidad y la comida saludable, y son los más abiertos a la innovación.
Por ello, estos nuevos hogares ya representan el 56% del gasto en alimentación, unos 33.000 millones de euros anuales, según el informe ...
El nuevo modelo social se empieza a reflejar en la cesta de la compra de los españoles. Los llamados hogares emergentes, es decir, los formados por solteros, parejas sin hijos y familias monoparentales, tienen unos hábitos de consumo muy distintos de los de la familia tradicional: comen más fuera de casa; les gustan las marcas, la calidad y la comida saludable, y son los más abiertos a la innovación.
Por ello, estos nuevos hogares ya representan el 56% del gasto en alimentación, unos 33.000 millones de euros anuales, según el informe Nuevos modelos de hogar: todo un reto para la innovación, elaborado por la asociación de fabricantes y distribuidores Aecoc y la consultora TNS, presentado ayer en el marco del salón Alimentaria.
En España hay un millón de personas de menos de 50 años que viven solas, y representan el 20% de los hogares. Es una tasa aún baja si se compara con las de otros países europeos, como Finlandia, Alemania y Holanda, donde estos hogares ya representan el 35% del total. El 41% de estos consumidores comen regularmente fuera de casa (frente al 11% de la población general) y sólo el 31% cree que tienen tiempo para cocinar (frente al 53% general). Estas personas "se alimentan de forma más desestructurada, pican más y suelen hacerlo frente al televisor", explica el director de TNS para el sur de Europa, Josep Montserrat.
Los hogares unipersonales representan el 13% total del gasto y el 43% restante corresponde a las parejas de mediana edad en que trabajan ambos y no tienen hijos.
Los consumidores de ambos grupos son "impulsivos y caprichosos, atrapados por el tiempo y más preocupados por la salud y el aspecto físico que el resto", señala el informe. De hecho, por ejemplo, compran el triple de pasta fresca que el resto, y el doble de cremas y sopas preparadas.
Salud y calidad
Su preferencia por la comida rápida o fácil de preparar no significa que no les preocupe seguir una dieta mediterránea. Al contrario, los solteros y las parejas sin hijos han convertido la salud en una "obsesión" y el 79% de ellos declaran que les gusta seguir una dieta sana, hasta el punto de que el 66% de los integrantes de este grupo aseguran que están dispuestos a pagar más por un producto de mayor calidad.
No hay diferencias entre el hábito de consumo de la mujer que vive sola y el hombre, según los expertos, aunque en el caso de las parejas el comprador masculino es más impulsivo porque está menos acostumbrado a hacer la compra.
"La industria debe prestar más atención a este público objetivo porque es el más receptivo a la innovación", apuntó el director general de la Aecoc, José María Bonmatí.
Las empresas alimentaria comenzaron a fijarse en estos nuevos consumidores hace ya algunos años, con aquellas primeras sopas instantáneas que "probablemente se adelantaron a la tendencia", agregó, por su parte, Josep Montserrat.
El informe también hace referencia a los individuos que marcan tendencias y se anticipan a las modas, algo que sólo consigue el 15% de la población española.
Entre 1970 y 2001 los hogares unipersonales han crecido en España cerca del 340%, con lo que han pasado de representar el 7,5% al 20,3% en 2001. Cataluña es una de las comunidades autónomas con mayor número de solteros que viven solos y parejas sin hijos.