Crítica:

Tramas del saber

En su día, Lucien Febvre criticó aquella historia de las ideas consistente en el análisis de las proposiciones contenidas en una sucesión de libros, sin atención alguna al medio cultural en que surgieron, ni al contexto social y político que los autores daban por conocido. Con toda seguridad se hubiera entusiasmado, en cambio, ante el planteamiento que inspira esta Sociología de las filosofías, elaborada por el profesor Collins, de la Universidad de Pensilvania. Se trata de encontrar la clave que permita entender el despliegue de las grandes ideas a lo largo de la historia de la humanid...

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En su día, Lucien Febvre criticó aquella historia de las ideas consistente en el análisis de las proposiciones contenidas en una sucesión de libros, sin atención alguna al medio cultural en que surgieron, ni al contexto social y político que los autores daban por conocido. Con toda seguridad se hubiera entusiasmado, en cambio, ante el planteamiento que inspira esta Sociología de las filosofías, elaborada por el profesor Collins, de la Universidad de Pensilvania. Se trata de encontrar la clave que permita entender el despliegue de las grandes ideas a lo largo de la historia de la humanidad y ello supone "centrarnos en las redes intelectuales, los lazos sociales existentes entre aquellos pensadores cuyas ideas se han llegado a transmitir a las generaciones sucesivas". Con ello, Collins aspira a algo más que a lograr una mejor explicación del cambio intelectual, proporcionando el tejido de relaciones existentes, tanto entre unos pensadores y otros como entre los mismos y su medio cultural y social. "Si uno logra comprender los principios que determinan la formación de las redes", advierte, "habrá logrado una explicación causal de las ideas y de sus cambios".

SOCIOLOGÍA DE LAS FILOSOFÍAS. Una teoría global del cambio intelectual

Randall Collins

Traducción de Joan Quesada

Prólogo de Salvador Giner

Hacer. Barcelona, 2005

1.002 páginas. 80 euros

El planteamiento metodoló-

gico resulta diáfano. Su aplicación representa una tarea inmensa de investigación y de análisis. No extraña que en la elaboración de este libro haya empleado más de un cuarto de siglo. El desbordamiento de las tradicionales historia de las ideas y sociología del conocimiento, se extiende a la temática estudiada, pues a las estructuras del saber tradicionalmente seguidas, la griega, la romana, la cristiana medieval o la de la Europa moderna desde el Renacimiento, se suman las culturas china, india y japonesa, así como el tratamiento específico del contexto religioso, con el islam y el judaísmo añadiéndose a la filosofía cristiana.

La reconstrucción de los con-

juntos de vínculos intelectuales, su respuesta y su incidencia sobre el poder y la sociedad a través de la cultura, no eximen a Collins de un conocimiento preciso de las ideas en sí mismas. Aunque, como hace notar Salvador Giner en su presentación, lo que preocupa al autor no es "la doctrina-verdad, sino el proceso social de producción de la doctrina aceptada". Sólo que las ideas adquieren un significado más preciso al engarzar con el citado proceso. El riesgo de anacronismo desaparece. Estamos, pues, ante una obra excepcionalmente lúcida y rica de información.

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