Guiños a EHAK y renuncia a negociar con el PP

El debate en la comisión parlamentaria de las dos enmiendas de totalidad estuvo repleto de guiños al tripartito a EHAK. Las intervenciones de los portavoces de Ezker Batua, EA y el PNV animaron al grupo de la izquierda abertzale a participar activamente en la tramitación de las enmiendas parciales, un terreno abonado para transaccionar acuerdos. En cambio, la actitud hacia el PP fue prácticamente de renuncia a negociar, dada las posturas tan distanciadas entre ambas partes.

Oskar Matute, de EB, reconoció que la futura ley podría ser más "progresista" si se sumase EHAK, pero, a re...

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El debate en la comisión parlamentaria de las dos enmiendas de totalidad estuvo repleto de guiños al tripartito a EHAK. Las intervenciones de los portavoces de Ezker Batua, EA y el PNV animaron al grupo de la izquierda abertzale a participar activamente en la tramitación de las enmiendas parciales, un terreno abonado para transaccionar acuerdos. En cambio, la actitud hacia el PP fue prácticamente de renuncia a negociar, dada las posturas tan distanciadas entre ambas partes.

Oskar Matute, de EB, reconoció que la futura ley podría ser más "progresista" si se sumase EHAK, pero, a renglón seguido, le replicó que "son los contenidos los que hacen progresista a una ley, no los que la firman. El trabajo en ponencia está abierto a todos".

Frente a estos argumentos, Julián Martínez, de EHAK, desveló que durante las negociaciones que mantuvo su formación con Vivienda, el consejero Javier Madrazo les advirtió de que el PNV "no iba a aceptar ningún movimiento para llevar el proyecto a la izquierda". De ahí concluyó Martínez que Ezker Batua, que controla esa consejería, no ha tenido una capacidad real de materializar su verdadera propuesta.

Martínez justificó la enmienda de totalidad de su grupo en que el proyecto de ley olvida a los ciudadanos con las rentas más bajas, no plantea soluciones a las 100.000 viviendas vacías que existen en la comunidad autónoma ni tampoco apuesta de una manera decidida por el alquiler social.

Juan Porres, de EA, echó en falta una "política alternativa" tras las enmiendas de EHAK y del PP, aunque en el caso de los primeros percibió más posibilidades de lograr algún acuerdo que en el de los segundos.

El popular Anton Damborenea tachó el proyecto de "pernicioso" y reiteró que será la vivienda libre y, por lo tanto los ciudadanos que la adquieran, la que soportará un gran encarecimiento. Su tesis es que los promotores incorporarán en las viviendas libres los costes que no podrán repercutir en las de protección oficial. "Esta ley no va a servir para bajar el precio de los pisos, sino para que aumente aún más", concluyó.

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Jesús Loza, del PSE, uno de los firmantes del acuerdo con Vivienda defendió la bondad del proyecto y del pacto con la consejería, al que puso como ejemplo de "centralidad" frente a los extremos representados, en su opinión, por los populares y por EHAK.

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