El vicepresidente Fini pronostica un empate y nuevas elecciones en Italia
"Es muy posible que las próximas elecciones italianas produzcan un empate, en el que una coalición domine la Cámara de Diputados y la otra controle el Senado; en ese caso, creo que se convocarían de inmediato nuevas elecciones", declaró ayer Gianfranco Fini, vicepresidente y ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno. En una reunión con un grupo de corresponsales extranjeros, Fini indicó que un empate técnico, favorecido por el sistema proporcional recuperado a última hora por Berlusconi con el asentimiento de una parte del centro-izquierda, llevaría a una situación "muy complicada".
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"Es muy posible que las próximas elecciones italianas produzcan un empate, en el que una coalición domine la Cámara de Diputados y la otra controle el Senado; en ese caso, creo que se convocarían de inmediato nuevas elecciones", declaró ayer Gianfranco Fini, vicepresidente y ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno. En una reunión con un grupo de corresponsales extranjeros, Fini indicó que un empate técnico, favorecido por el sistema proporcional recuperado a última hora por Berlusconi con el asentimiento de una parte del centro-izquierda, llevaría a una situación "muy complicada".
"La primera tarea del nuevo Parlamento, sea cual sea el resultado, consistirá en elegir a un presidente de la República, y sin mayoría de un lado o de otro resultará difícil ponerse de acuerdo en un nombre", explicó. "Será el sucesor de Carlo Azeglio Ciampi quien decida, en último término, si en caso de empate se vota de nuevo o se apuesta por crear una mayoría en torno a un gobierno técnico", siguió. El líder del partido posfascista Alianza Nacional descartó una "gran coalición" a la alemana. "Atención", precisó, "porque en el diccionario italiano no existen palabras como 'nunca' o 'definitivamente', preferimos términos como 'quizá'. No olviden que tenemos un siglo de experiencia en el transformismo parlamentario y algunos políticos saltan de un partido a otro cuando les conviene".
Fini consideró "moralmente vergonzosa" la presencia de "grupúsculos fascistas" como el de Alessandra Mussolini en las listas del centro-derecha y de "filoterroristas" en el lado más radical del centro-izquierda, y atribuyó el fenómeno a la ley electoral.