Francia, Alemania y el Benelux planean crear un mercado propio de la energía

El grupo de países trata de asegurar el suministro y contener la escalada de precios

La escalada de los precios, la inseguridad del suministro y el mal funcionamiento del mercado interior europeo han situado a la energía como el principal desafío para el crecimiento y el empleo en la UE. Ante las dificultades de crear un mercado interior de la energía en el ámbito de los Veinticinco, cinco Estados miembros -Francia, Alemania y los tres países del Benelux (Bélgica, Holanda y Luxemburgo)- han iniciado negociaciones para crear un mercado interior de la energía en su ámbito territorial. La iniciativa cuenta con el respaldo del comisario de Energía, Andris Piebalgs.

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La escalada de los precios, la inseguridad del suministro y el mal funcionamiento del mercado interior europeo han situado a la energía como el principal desafío para el crecimiento y el empleo en la UE. Ante las dificultades de crear un mercado interior de la energía en el ámbito de los Veinticinco, cinco Estados miembros -Francia, Alemania y los tres países del Benelux (Bélgica, Holanda y Luxemburgo)- han iniciado negociaciones para crear un mercado interior de la energía en su ámbito territorial. La iniciativa cuenta con el respaldo del comisario de Energía, Andris Piebalgs.

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Los cinco países, que junto a Italia forman parte de los seis Estados que fundaron la Comunidad Europea en 1957, se han fijado como objetivo incrementar las conexiones para asegurar que toda la energía producida en la región esté a disposición de los Estados que integran la asociación.

Las negociaciones se desarrollan a través de tres grupos de trabajo de expertos que analizan la mejora del funcionamiento del mercado interior, la garantía de suministros y los aspectos jurídicos de todo el proyecto, según fuentes de la Comisión Europea. Los ministros de Economía de los respectivos países han dado los pasos iniciales y comunicado al comisario Piebalgs el proyecto.

Ante las dificultades técnicas de establecer un mercado interior de la energía en el ámbito de los 25 Estados, estos países han optado por desarrollar mercados regionales con sus vecinos más próximos. De hecho, ya existe un mercado regional formado por Dinamarca, Suecia y Finlandia, que ha logrado notables resultados, especialmente en reducción de precios.

España y Portugal también intentaron, sin éxito, crear un mercado interior de la energía, Mibel, pero no lo han logrado, hasta ahora, por falta de sintonía de las empresas.

Interconexiones

La falta de interconexiones entre los países impide la existencia de un mercado interior de la energía. El proceso de interconexión es muy lento, del 7% de la capacidad de producción en 1995 se ha pasado al 10,7% en 2005. En realidad lo que existe es una situación de monopolio en el ámbito de cada Estado, donde dos o tres compañías dominan el 75% de los mercados de la electricidad y del gas.

El resultado más negativo de esta inexistencia de un mercado europeo es la gran diferencia de precios entre los distintos países y la práctica imposibilidad de que los consumidores puedan elegir suministrador (ver cuadro adjunto). En el caso del mercado de la electricidad, las diferencias son muy significativas, especialmente en Italia e Irlanda. España, el Reino Unido y Holanda figuran también entre los países con diferencias de precios más elevadas con respecto al precio medio de referencia.

Este panorama se agrava por la falta de transposición de las directivas comunitarias a las legislaciones de los respectivos países. En este sentido, Piebalgs ha señalado que, "a pesar de los repetitivos requerimientos, todavía tres Estados miembros [España, Portugal y Luxemburgo] no han transpuesto la legislación apropiada". Los tres países se encuentran ante el Tribunal de Justicia Europeo.

El debate sobre la energía ocupará un lugar prioritario en los próximos meses. El próximo 8 de marzo, Piebalgs presentará el Libro Verde sobre la Política Energética Europea. Las ideas ya están esbozadas: si no se toman medidas, la dependencia energética europea de las importaciones pasará del 50% actual al 70% en el plazo de 20 años. Si persisten los actuales hábitos de consumo, las importaciones de gas aumentarán un 80% en 25 años.

Las inversiones en energía en la UE para atender el aumento de la demanda y la renovación de las instalaciones envejecidas requerirán 600.000 millones de euros en los próximos 20 años, según la Comisión Europea.

El Libro Verde será uno de los grandes temas de debate de la próxima cumbre de primavera de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea que se celebrará los próximos 23 y 24 de marzo.

El desafío energético será también objeto de análisis en la reunión de ministros de Energía del G-8, los próximos 15 y 16 de marzo en Moscú.

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