Reportaje:

Más dinero fresco para Latinoamérica

La inversión extranjera directa en la región en 2005 alcanzó los 72.000 millones de dólares

Latinoamérica, bajo el liderazgo de México, Brasil y Chile, logró durante el año 2005 captar un 5% más de entradas de inversión extranjera directa (IED) al alcanzar 72.000 millones de dólares, según los datos aportados en el último informe elaborado por la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).

Esos tres países más atractivos de la región sufrieron, sin embargo, una disminución en los ingresos, mientras que el crecimiento fue impulsado por Colombia y Argentina. En 2006 se espera un estancamiento del flujo neto de inversión directa a la región, en opinión de...

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Latinoamérica, bajo el liderazgo de México, Brasil y Chile, logró durante el año 2005 captar un 5% más de entradas de inversión extranjera directa (IED) al alcanzar 72.000 millones de dólares, según los datos aportados en el último informe elaborado por la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).

Esos tres países más atractivos de la región sufrieron, sin embargo, una disminución en los ingresos, mientras que el crecimiento fue impulsado por Colombia y Argentina. En 2006 se espera un estancamiento del flujo neto de inversión directa a la región, en opinión del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, según sus siglas en inglés).

El flujo neto de México ascendió el año pasado a 12.000 millones, la misma suma que Brasil y un tercio del total latinoamericano

El aumento de las entradas de IED a territorio latinoamericano viene desacelerándose, según la UNCTAD. En 2004 habían crecido un 43,5% respecto del año anterior. Esa evolución está relacionada con el crecimiento económico: la región se expandió sólo un 1,7% en 2003; un histórico 5,9% al año siguiente, y alrededor de un 3,9% en 2005.

En 2003, China conquistaba más IED que toda Latinoamérica: 53.500 millones de dólares frente a 48.000 millones. En la actualidad es al revés: la nueva cuarta potencia económica del mundo recibió el año pasado 60.300 millones, casi lo mismo que en 2004, mientras que los países latinoamericanos capturaron casi 12.000 millones más.

La pelea entre los mercados emergentes por conseguir inversiones terminó el año pasado en estos términos. Las entradas de IED al sur y el este de Asia crecieron un 6%, poco más que al subcontinente que va del Río Grande a Tierra del Fuego, pero totalizaron el doble: 146.200 millones de dólares. El sureste de Europa, Rusia y los demás miembros de la Comunidad de Estados Independientes recibieron un 35% más, 49.900 millones, por los altos precios del petróleo. Los diez nuevos integrantes de la Unión Europea atrajeron unos 37.700 millones, un 36% más que en 2004, por la alta reinversión de beneficios. Otras dos regiones se vieron catapultadas por el petróleo: África, donde el IED aumentó un 55%, hasta 28.900 millones, y Oriente Próximo, donde ascendió a 26.500 millones, con un 51% de alza.

Liderazgo mexicano

En Latinoamérica, México desplazó a Brasil del primer lugar en IED, después de que hace unos años lo superara también en el tamaño de su economía. Sin embargo, si se compara con 2004, cuando el BBVA compró el mexicano Bancomer, el país gobernado por Vicente Fox perdió entradas, un 4%, hasta situarse en 17.200 millones de dólares. En 2005, el PIB mexicano se incrementó un 3%, frente al 2,4% de Brasil. El gigante suramericano -pese a los intentos de su presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, por seducir a los inversores- retrocedió un 15% en IED, al bajar a 15.500 millones.

El IIF, que está integrado por 320 bancos de 60 países, prefiere tomar en cuenta el flujo neto de inversión directa y calcula que esta variable bajó el año pasado en Latinoamérica, después de tres años de subida, de 45.000 millones de dólares a 41.000 millones. Prevé que en 2006 se mantenga el mismo nivel porque "la recuperación económica regional, la mejora del contexto macroeconómico, la alta demanda de materias primas y la creciente política de apoyo a la industria manufacturera en algunos países continúan abriendo nuevas oportunidades de negocios para inversores extranjeros". El flujo neto de México ascendió el año pasado a 12.000 millones, la misma suma que Brasil y un tercio del total latinoamericano, y en 2006 subirá a 13.000 millones. En cambio, el brasileño se mantendrá sin cambios, según el IIF, porque, si bien se esperan mayores ingresos, sobre todo en agricultura, otros recursos naturales y transporte, también se proyecta que las empresas brasileñas prosigan con su incipiente proceso de internacionalización. No obstante, el instituto que preside Josef Ackermann, de Deutsche Bank, advierte que Brasil debe mejorar los marcos regulatorios de los servicios financieros y públicos si quiere atraer inversiones en estos sectores.

Chile, pese a constituir la sexta economía latinoamericana, es el tercero más atractivo para la IED por su estabilidad en las instituciones y en el crecimiento. Beneficiado por los altos precios del cobre, el país presidido por Ricardo Lagos captó el año pasado 7.000 millones de dólares, un 8% menos que en 2004.

Por el contrario, el ingreso de inversión extranjera mejoró en Colombia y Argentina. Muy influida por la venta de la cervecera Bavaria a la surafricana SABMiller por 4.800 millones de dólares, Colombia sobrepasó a Argentina como cuarto destino en Latinoamérica. La IED del año pasado, bajo el Gobierno de Álvaro Uribe, aumentó un 48%, hasta 4.500 millones.

Dudas inversoras

Argentina, que creció por tercer año consecutivo al 9%, percibió entradas por 4.200 millones de dólares, lo que supone un alza del 3%. El IIF calcula que el flujo neto de este país alcanzará este año los 4.300 millones, lo que supone casi la misma cifra de 2005, pero "bastante por debajo de la media anual de 9.000 millones entre 1995 y 2000". El instituto advierte que "los inversores todavía tienen muchas dudas sobre el país, particularmente en relación a su politizado y caprichoso marco regulatorio", y también recuerda que el FMI criticó al Gobierno de Néstor Kirchner por algunas de sus acciones contra las empresas.

Camiones aparcados, a la espera de los trámites de aduana, en la frontera entre EE UU y México.AP

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