Más que un nuevo modelo

La decisión de GM significa mucho más que una simple renovación de confianza en España. Se produce en un momento clave en el que empiezan a verse los nubarrones de la globalización (deslocalización), que en este sector tienen una amenaza más cercana en los países del Este de Europa, con costes mucho más bajos. Sin embargo, su peso no parece definitivo ante las ventajas de productividad que ofrece el sector en España, con un 6% del PIB español, 10% del empleo y 25% de las exportaciones.

Con razón, el ministro de Industria, José Montilla, ha tratado de defenderlo en todos los frentes. A f...

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La decisión de GM significa mucho más que una simple renovación de confianza en España. Se produce en un momento clave en el que empiezan a verse los nubarrones de la globalización (deslocalización), que en este sector tienen una amenaza más cercana en los países del Este de Europa, con costes mucho más bajos. Sin embargo, su peso no parece definitivo ante las ventajas de productividad que ofrece el sector en España, con un 6% del PIB español, 10% del empleo y 25% de las exportaciones.

Con razón, el ministro de Industria, José Montilla, ha tratado de defenderlo en todos los frentes. A finales del verano garantizó a GM ayudas del 5% del presupuesto de I+D+i que permite Bruselas. El Gobierno aragonés, por su parte, ha desempeñado un papel esencial en el expediente de regulación de empleo de finales del pasado año y en elaborar un plan social.

Tras este acuerdo, el de PSA de crear 1.000 empleos en Villaverde (Madrid) y los ajustes que permiten mantener la producción de Seat en Martorell (Barcelona), queda ahora que Renault asegure el Clio en Valladolid; que finalice el convenio de VW en Landaben (Navarra) y que Ford asegure las nuevas producciones en Almussafes (Valencia).

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