Repsol afronta cuatro demandas en EE UU por las reservas anunciadas

Varios despachos acusan a la compañía de engañar a los inversores

Repsol YPF se enfrenta a cuatro demandas en EE UU por el ajuste en sus reservas de crudo y gas natural anunciado a finales de enero. El bufete Schiffrin & Barroway presentó la pasada madrugada en Nueva York la última demanda colectiva contra la petrolera por haber inflado sus reservas y por engañar a los inversores al no informarles de sus problemas en Argentina. La empresa espera que las demandas no acarreen consecuencias económicas.

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Repsol YPF se enfrenta a cuatro demandas en EE UU por el ajuste en sus reservas de crudo y gas natural anunciado a finales de enero. El bufete Schiffrin & Barroway presentó la pasada madrugada en Nueva York la última demanda colectiva contra la petrolera por haber inflado sus reservas y por engañar a los inversores al no informarles de sus problemas en Argentina. La empresa espera que las demandas no acarreen consecuencias económicas.

Repsol YPF se enfrenta a cuatro demandas en EE UU por el ajuste en sus reservas de crudo y gas natural anunciado a finales de enero. El bufete Schiffrin & Barroway presentó la pasada madrugada en Nueva York la última demanda colectiva contra la petrolera por haber inflado sus reservas y por engañar a los inversores al no informarles de sus problemas en Argentina. La empresa espera que las demandas no acarreen consecuencias económicas.

Desde el pasado 31 de enero se han desencadenado varias acciones legales contra Repsol en Estados Unidos. Despachos especializados se ha aprestado a llevar a la petrolera a los tribunales. El rosario comenzó con Lerach Coughlin y Federman & Sherwood. Después lo hizo el bufete Charles J. Piven. El despacho Schatz & Nobel contempla sumarse al grupo.

La demanda presentada la noche del jueves ante el tribunal del Distrito Sur de Nueva York por Schiffrin & Barroway no precisa el número de inversores que representa. Aunque pide que se les compense por el menoscabo que sufrieron sus inversiones entre el 28 de julio de 2005 y el 27 de enero de 2006. Los demandantes consideran que la declaración de la compañía sobre sus reservas energéticas y la expansión de su negocio no estaba fundada.

La demanda alega que Repsol infló artificialmente el precio de sus acciones al realizar declaraciones "falsas" y "erróneas" sobre el estado real de su negocio de petróleo y gas natural. En esta línea, señala, la compañía anunció el 26 de enero una revisión a la baja de sus reservas energéticas en 1.254 millones de barriles (25%), lo que provocó una caída en la cotización de sus acciones del 7% y de otro 4,8% el día después.

"Las reservas probadas de la compañía estaban significativamente exageradas", reza la denuncia presentada en Nueva York, en la que se precisa que los inversores desconocían también que esta corrección tendría un impacto negativo en los beneficios de Repsol YPF de en torno a 50 millones de euros, que podría llegar a 170 millones en el presente ejercicio. El descenso acumulado de su capitalización bursátil ha sido del 5,7% desde el anuncio de la revisión hace ahora dos semanas. Repsol justificó esa disminución por los cambios en el régimen en Bolivia, que afectaron negativamente a sus operaciones gasísticas y a problemas de producción en Argentina.

Pero en Wall Street sigue estando muy fresco en la memoria de los inversores el fiasco que se vivió el año pasado en la petrolera anglo-holandesa Shell. La Securities and Exchange Commission (SEC) y la Financial Services Authority (FSA), supervisores bursátiles de EE UU y Reino Unido, respectivamente, impusieron sendas multas por importe de 99 y 25,6 millones.

Consecuencias económicas

Repsol YPF señaló ayer que "espera" que las demandas tengan consecuencias económicas para la compañía pero, en caso de que fuera necesario, se dotarían las provisiones oportunas a lo largo de este ejercicio. La cotización de Repsol YPF ha remontado en parte la caída registrada tras el anuncio del ajuste. Ayer, Capital Group, una de las mayores gestoras de fondos de EE UU informó a la SEC de que ha aumentado su participación en el capital de la petrolera desde un 2% hasta un 5,4%.

Por otro lado, la dirección de Repsol-Ypf y los trabajadores de varias subcontratadas que prestan sus servicios a la empresa española en Argentina llegaron anoche a un acuerdo que puso fin a tres semanas de huelga en el norte de la provincia de Santa Cruz. La compañía había paralizado su producción y el pasado lunes se produjeron unos violentos disturbios que desembocaron en el asalto a una comisaría con el resultado de un policía muerto y otros cinco agentes heridos de bala, informa Jorge Marirrodriga. Los huelguistas aceptaron ayer la propuesta de Repsol de pagarles el 50% de los salarios por los días no trabajados y que el otro 50% se emplee en obras sociales.

Los trabajadores tenían otras dos reclamaciones ante las que la compañía declara no competente: una reducción en las retenciones de impuestos en las nóminas y el pase de algunos huelguistas del sindicato de la construcción al de trabajo. El acuerdo ha sido alcanzado con la mediación de la Iglesia católica, mientras el Gobierno ha denunciado intencionalidad política detrás de los graves disturbios.

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