Los populares catalanes temen que la reunión se haya cerrado en falso

La mayoría de dirigentes de la cúpula del PP de Cataluña coincidían ayer en realizar el mismo diagnóstico: dimita o no Josep Piqué esta crisis afectará a todos los ámbitos de la formación porque cualquier salida "será en falso". Al final no hubo renuncia, pero, según los dirigentes consultados, los ecos de este episodio retumbarán durante meses.

La dirección catalana hacía votos para que Piqué siguiera en su cargo. No porque Mariano Rajoy le hubiera persuadido para continuar, sino a la inversa, para que Piqué consiguiera arrastrar a Rajoy hacia posiciones más moderadas, no sólo respecto...

La mayoría de dirigentes de la cúpula del PP de Cataluña coincidían ayer en realizar el mismo diagnóstico: dimita o no Josep Piqué esta crisis afectará a todos los ámbitos de la formación porque cualquier salida "será en falso". Al final no hubo renuncia, pero, según los dirigentes consultados, los ecos de este episodio retumbarán durante meses.

La dirección catalana hacía votos para que Piqué siguiera en su cargo. No porque Mariano Rajoy le hubiera persuadido para continuar, sino a la inversa, para que Piqué consiguiera arrastrar a Rajoy hacia posiciones más moderadas, no sólo respecto al Estatuto catalán, sino también en la manera de enfocar la oposición política al Gobierno socialista.

Pero esta segunda opción, reconocían las mismas fuentes, era la menos plausible. Y ponían un ejemplo: "Vidal-Quadras aparece en una conferencia en Barcelona diciendo barbaridades contra Piqué y contra su estrategia y nadie de la dirección nacional abre la boca. Piqué hace cualquier comentario y en seguida salen Acebes o Zaplana, supongo que con el beneplácito de Rajoy, a desautorizarle y echarle un rapapolvo".

Grieta con la militancia

Desde el PP catalán comentaban que el episodio del lunes, cuando Acebes desautorizó a Piqué por su actitud negociadora sobre el nuevo Estatuto, es el enésimo que se produce con la dirección nacional, pero subrayaban que era el más grave, sobre todo con un referéndum sobre el Estatuto en ciernes. "O Rajoy da mayor margen de maniobra a Piqué o en este partido nadie se atreverá en Cataluña a pedir el no al Estatuto durante la campaña del referéndum", agregaba un alto dirigente popular catalán.

Piqué decidió finalmente continuar en su cargo, pero las heridas en el PP catalán tardarán tiempo en restañar y se abrirá, sostienen los dirigentes consultados, aún más la grieta con la militancia del partido, próxima a las tesis de Vidal-Quadras. Todo ello dificultará el giro moderado y catalanista que Piqué quería imprimir al PP.

El eurodiputado Alejo Vidal-Quadras puso ayer más leña en el fuego y aseguró que no le sorprendió la intención de Piqué de renunciar al cargo. Al tiempo, dijo que si este cese se produjera, aceptaría volver a la dirección del PP catalán si Génova así se lo pidiese.

En Cataluña, los dirigentes de todos los partidos salieron en defensa de Piqué y reclamaron a Rajoy que "escuche" y "comparta" sus opiniones. Josep Lluís Carod dijo que Piqué representa la "derecha democrática e incluso catalanista". Pasqual Maragall invitó a "los sectores más comprensivos" del PP a apoyar el Estatuto.